Berlín se suma a la intervención de EE UU
Washington defiende que «no atacar Siria sería un riesgo más importante que la propia acción militar»
MOSCÚ.Actualizado:Alemania, que el viernes se había mostrado reticente en San Petersburgo durante la cumbre del G-20, terminó ayer adhiriéndose a la declaración suscrita por diez países, entre ellos España, demandando «una respuesta internacional fuerte» contra el régimen de Bashar el-Asad. Ahora se ha incorporado también la Unión Europea. Esto sucedió ayer en Vilna, la capital de Lituania, durante una reunión de ministros de Exteriores de la UE y después de que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que llegó procedente de Rusia, interviniera ante sus colegas europeos para recabar apoyos.
Primero compareció ante la prensa el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, para anunciar que su país se une al grupo formado por Australia, Canadá, Francia, Italia, Japón, Corea del Sur, Arabia Saudí, España, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos, que exigen firmeza contra Siria, y después lo hizo la jefa de la Diplomacia europea, Catherine Ashton. Ésta leyó el texto consensuado por los Veintiocho, que es muy semejante al elaborado el viernes en el marco del G-20. Condena también el ataque del pasado 21 de agosto con armas químicas, subraya igualmente que la comunidad internacional no se puede quedar «de brazos cruzados» e insta a una respuesta «clara y contundente» para evitar que tales crímenes queden impunes y sienten un «peligroso precedente» de que ese tipo de armas se puedan emplear en Siria o en cualquier otro sitio. El comunicado de la UE indica también que hay indicios de que detrás de tales atrocidades está el régimen sirio.
No obstante, a diferencia de Washington, la Unión Europea insta a esperar el informe de los observadores de Naciones Unidos que recogieron muestras en el lugar de los ataques y que las medidas a adoptar contra Siria se discutan en el Consejo de Seguridad de la ONU, en donde Rusia y China volverán con toda seguridad a vetar cualquier resolución que dé luz verde al uso de la fuerza.
Por eso, Kerry no quiso comprometer a Estados Unidos en tal planteamiento. Se limitó a prometer que se lo transmitirá al presidente Obama. Ashton aclaró que la UE no ha pedido al secretario de Estado norteamericano que Estados Unidos espere a conocer el dictamen de los inspectores. Eso sí, insistió en que se ultime «cuanto antes». Los ministros europeos abogan además por una «solución política».
Pese a la tibieza del comunicado de los Veintiocho, Kerry se congratuló por su adopción y la calificó de «contundente». «Estamos muy agradecidos por la declaración que ha salido de la reunión en relación con Siria», afirmó el responsable de la diplomacia estadounidense al término del encuentro. En cualquier caso, reveló que cuentan «con más países dispuestos a participar en una acción militar de los que podríamos, hoy, utilizar en el tipo de acción que contemplamos», añadió.
No obstante, las declaraciones de adhesión europeas, aunque con matices y reticencias, pueden contribuir, junto con el discurso del próximo martes de Barack Obama, a inclinar la balanza en el Congreso norteamericano a favor de la intervención militar. Kerry llegó ayer a París, donde señaló que «no intervenir sería un riesgo más importante que la propia acción militar», y para trasladadarse después a Londres, antes de regresar a Washington.
Expertos rusos creen que ni el documento firmado en el G-20 por once países, a los que se unió ayer Alemania, ni la declaración de los Veintiocho implican una autorización a una intervención militar en Siria. Más bien al contrario. La lectura que ayer hacían las agencias de prensa rusas es que la Unión Europea le ha pedido a Kerry que Estados Unidos «aplace» cualquier posible decisión sobre un ataque contra Siria.
«Solución política»
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, habló el viernes en San Petersburgo de «solución política y negociada bajo la iniciativa de la conferencia de paz de Ginebra». Fuentes de la delegación española aseguraron al hacer escala en Las Palmas, de camino hacia Buenos Aires, que el documento elaborado en San Petersburgo «no supone un aval a una intervención militar».
Por otro lado, el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, dijo el viernes a llegar a Vilna que el informe de la ONU podría ser «decepcionante». «Los inspectores van a responder a una pregunta cuya respuesta ya conocemos todos», alertó Fabius, porque, según él, es evidente que hubo ataque con armas químicas. Sin embargo, añadió, «no se les encargó investigar quién cometió la masacre». Según sus palabras, «mucha gente dice que hay que esperar el informe de los inspectores, pero se corre el riesgo de que nos sintamos decepcionados». Francia era hasta ahora el más estrecho aliado de EE UU en la idea de castigar a El-Asad, pero ahora se propone también esperar a que se defina Washington y aparezca el dictamen de la ONU.