Angelina Jolie, el pasado 2 de junio, durante el estreno en Londres de 'World War Z'. :: LEON NEAL / AFP
Sociedad

Un Oscar honorífico con sombras

La actriz, que aún no ha alcanzado los 40 años, compartirá honor con los intérpretes Angela Lansbury y Steve Martin y el diseñador Piero Tosi Angelina Jolie recibirá el galardón en reconocimiento a un humanitarismo convenientemente publicitado

MADRID. Actualizado: Guardar
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Bob Hope tuvo que esperar hasta los 56 años, a Audrey Hepburn se le resistió hasta los 63 y Paul Newman no lo acarició hasta los 68. Pero la Junta de Gobernadores de la Academia de Hollywood ha debido de ver mucha mayor precocidad en los méritos de Angelina Jolie, quien el próximo 16 de noviembre recibirá, sin haber frisado la cuarentena (tiene 38 años), el premio Jean Hersholt en reconocimiento a sus contribuciones humanitarias. Compartirá honor en la ceremonia con la actriz Angela Lansbury, el actor Steve Martin y el diseñador de vestuario Piero Tosi. Todos ellos recogerán un Oscar honorífico en reconocimiento al conjunto de sus trayectorias. Pero el caso de la protagonista de 'Lara Croft: Tomb Raider' (Simon West, 2001) adopta un tono muy diferente.

El mérito que Hollywood aprecia en la pareja de Brad Pitt poco tiene que ver con sus dotes interpretativas. Nada de actuaciones que conmuevan al espectador -por eso ya la galardonaron en el año 2000 merced a su interpretación de una sociópata en 'Inocencia interrumpida' (James Mangold, 1999)- ni de filmes grabados con letras de oro en las enciclopedias cinematográficas. Lo que aquí se valora es la labor desarrollada en pro del bien de la humanidad. Y este año los encargados de otorgar tan preciado laurel no han debido localizar a nadie con logros tan elevados como los suyos.

Embajadora de Buena Voluntad del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) desde 2001, Angelina Jolie no ha dudado en viajar a zonas inmersas en sangrientos conflictos al objeto de conocer de primera mano el sufrimiento de quienes ven cómo su vida vale mucho menos que un barril de petróleo. Apenas pasa un mes sin que se distribuyan instantáneas suyas en lugares tan inhóspitos como Irak, Afganistán, Darfur, Camboya o Sierra Leona. También en Jordania, adonde acudió hace unos meses para visitar un campamento que acoge a refugiados que huyeron de la guerra en Siria.

Las fotos, que muestran a una estrella que cambia los glamourosos vestidos con que se pasea por la alfombra roja por sencillas vestimentas acordes con la causa, dan la vuelta al mundo con un doble efecto: llamar la atención sobre padecimientos ignorados por los habitantes de los países desarrollados y realzar el aura de una mujer que parece erigirse en una suerte de 'madre Teresa' hollywoodiense.

Por si todo eso fuese poco, la hija de Jon Voight cuenta con tres hijos adoptivos -Maddox, nacido en Camboya; Zahara, que vino al mundo en Etiopía; y Pax, al que sacó de un orfanato de Vietnam- que comparten su corazón con los tres nacidos fruto de su relación con Brad Pitt. Y, junto al protagonista de 'El curioso caso de Benjamin Button' (David Fincher, 2008), dirige una fundación benéfica que respalda proyectos en zonas necesitadas.

El 'summum' de la gracia

Dotada de todas las virtudes existentes en el mundo por obra de sus bien pagados publicistas y sin atisbo de defectos -mérito tendrá también en ello su séquito-, la estadounidense alcanzó el 'summum' de la gracia cuando reveló que se había sometido a una doble mastectomía para aminorar el riesgo de desarrollar un cáncer como el que le costó la vida a su madre. Una decisión audaz por parte de quien acostumbra a encabezar las listas de las mujeres más sexys del mundo y que le valió una lluvia de elogios.

Alejado por fin el fantasma que le impedía dormir, Angelina Jolie irrumpía a finales del pasado mes de junio en la sede de la ONU para llamar la atención del Consejo de Seguridad sobre la necesidad de perseguir la violencia sexual en los conflictos armados, unos crímenes factibles, dijo, «porque el clima mundial lo permite».

Allá donde un llanto necesita consuelo, parece estar Angelina. Allá donde una familia precisa de que alguien escuche su sufrimiento, acude presta la actriz. Quienes asisten a tamaña multiplicación de compromisos se preguntan continuamente cuál será su siguiente paso. Y tras caerle en suerte el Oscar más solidario, cabe también interrogarse sobre qué reconocimientos le aguardan en un futuro que para ella siempre llega pronto. Hollywood adora a su diosa más comprometida. ¿Tendrá un límite su rendición de pleitesía?