Economia

Rajoy se compromete a reducir la deuda pública y a seguir con las reformas

El G20 saca a España de la lista de países «conflictivos» pero el presidente pide «prudencia» ante la recuperación

SAN PETERSBURGO. Actualizado: Guardar
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España sigue siendo una de las cenicientas del G20, pero al menos ya nadie la mira con desdén en los bailes. «Ya no somos noticia por la posibilidad de ser rescatados ni por que nuestra primera de riesgo experimentaba una subida que nunca terminaba», recalcó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en rueda de prensa al término de la reunión.

El jefe del Ejecutivo explicó los compromisos que ha adquirido en el denominado Plan de Acción de San Petersburgo, que supone una clara apuesta por el crecimiento económico y la creación de empleo mediante una estrategia fiscal sostenible, lo que supone levantar el pie del acelerador de la reducción del déficit público para no ahogar el débil crecimiento de la economía. Rajoy aseveró que incidirá en sus políticas de corrección de desequilibrios, pese a que algunas de sus medidas «hayan convertido al Gobierno en antipático» a los ojos de muchos ciudadanos.

Además, el presidente español se ha comprometido en el G20 a reducir el ratio de deuda pública sobre el PIB a partir del año 2016 (cuando habrá un nuevo Gobierno salido de las elecciones generales) y a seguir con las reformas estructurales para fortalecer la recuperación económica, crecer y volver a crear empleo.

Según el cuadro macroeconómico del Gobierno, este año se cerrará con un porcentaje de deuda pública del 91,4% del PIB mientras que el año que viene se incrementará hasta el 96,2%; continuará creciendo en 2015 hasta el 99,1% y rozará el 100% en 2016.

Junto con la reducción futura del peso de la deuda pública, España avanzará en medidas para impulsar el emprendimiento, en la garantía de la unidad regulatoria del mercado en España y la ley de desindexación de la economía.

Los resultados obtenidos por nuestro país en este G20 celebrado en San Petersburgo han superado las expectativas del propio Gobierno. Se ha sacado a España de la lista de países conflictivos, en la que ocupaba un lugar destacado desde el año pasado, cuando estuvo a punto del colapso financiero. Es más, las principales potencias mundiales señalaban a nuestra economía como un verdadero riesgo para la viabilidad del euro.

Rajoy dejó la ciudad rusa «satisfecho» por los elogios que ha cosechado su política económica, pero sin echar las campanas al vuelo. «Debo ser prudente», respondió el presidente español cuando se le preguntó sobre cuándo comenzarán a notar los ciudadanos en su vida diaria la mejora registrada en los datos macroeconómicos que alabaron líderes como Barack Obama o Vladímir Putin.

El jefe del Ejecutivo incidió en que «aún no se pueden echar las campanas al vuelo» y rehusó fijar una fecha para la recuperación de la economía real. Se limitó a comentar que este 2013, en el que se han superado los «pésimos momentos» del año anterior, será «peor» que 2014.

puntos básicos cerró la prima de riesgo española, que casi se equiparó con la italiana.