Misión cumplida en Helsinki
Con Casillas de titular y en un partido muy discreto, la selección superó a Finlandia y dejó casi sellado el pase al Mundial
Actualizado: Guardar«Tengo una idea del equipo titular, pero antes de decidir debo comprobar el estado anímico y de forma de los jugadores en los entrenamientos». Del Bosque dejó entrever que jugaría Casillas el mismo día en que ofreció la convocatoria para Finlandia. Se trataba de una decisión que trascendía lo meramente deportivo, y este seleccionador aboga por lo políticamente correcto. Una apuesta muy discutible pero que tiene mucho que ver con el respeto de las jerarquías. Considera Del Bosque que el capitán fue fundamental para mantener la buena convivencia en la selección en un situación límite, ya que junto a Xavi tendió puentes en plena guerra entre madridistas y azulgrana, y que eso le perjudicó luego con Mourinho. Y concluyó que decantarse por Valdés traería más perjuicios al mostoleño que beneficios al catalán. Al fin y al cabo, el partido de Helsinki no debía resolverse en la portería española. Por si acaso, Iker se encargó de dejar su puerta a cero y salvar un gol finlandés antes del cuarto de hora que hubiera dificultado la misión. Le remató desde muy cerca Pukki, el delantero que selló el empate en ‘El Molinón’, y salvó con la pierna. Una intervención poco ortodoxa pero clave en el desenlace del choque.
La segunda elección del seleccionador fue de lo más extraña. El enérgico Koke conoce bien el oficio y los movimientos que exigen las diferentes posiciones, pero ni por asomo es un lateral derecho. Le faltan contundencia en defensa y rapidez para desdoblarse. Pensó Del Bosque que Finlandia jugaría con tres centrales -se equivocó porque salió con cuatro en el fondo-, y quiso ganar un centrocampista más, un jugador de buen toque que pusiera los centros mejor que Arbeloa.
Koke fue víctima de algunos desajustes pero tuvo la suerte de que este rival del furgón de cola europeo apenas exigía. La presencia de Mario Suárez, el tercer atlético en un once en el que también aparecía Villa, era coyuntural. Participó poco pero supo colocarse, ayudar a los laterales y cubrir la subida de los centrales. Se le vio nerviosillo pero fue de menos a más. Cumplió porque no es sencillo suplir a un tipo con tanta experiencia, oficio y sentido táctico como Busquets.
Experimentos
Incluso con un equipo experimental, España estaba obligada a reducir a Finlandia, vengar el tropezón de Gijón, lograr el primer triunfo en Helsinki y dejar virtualmente cerrado el camino hacia Brasil, donde ‘La Roja’ jugará su décimo Mundial consecutivo. Del Bosque miraba el panorama con gesto de preocupación. Sus jugadores dominaban pero carecían de ritmo y profundidad. Xavi e Iniesta no encontraban espacios para asistir, a pesar de que Villa buscaba el factor sorpresa partiendo desde la izquierda e intercambiando su posición con Cesc, que vive su mejor momento en años.
Apenas había noticias hasta que irrumpió Jordi Alba, que en este tipo de partidos tan cerrados suele sacar su impronta de extremo. Se desmarcó por la izquierda, recibió un pase genial de Fábregas y definió como un ariete. Control con la izquierda y toque sutil con la derecha. Poquito más hasta el descanso. Lo más reseñable, una internada del ‘Guaje’ por la izquierda que cerró con un tiro raso, sin apenas ángulo. Quizá debió pasar en lugar de tirar, pero el máximo artillero en la historia de la selección está ansioso por recuperar el tiempo perdido.
Los campeones jugaron con fuego en la reanudación. Les faltó determinación para ir a cerrar el partido y evitar el riesgo del contragolpe. Aunque los nórdicos solo inquietaron en un cabezazo de Tainio, a la salida de un córner, en un dos contra uno fatal acabado y en un disparo en semifallo de Pukki, el recuerdo de ese gol del hoy delantero del Celtic de Glasgow en feudo español estuvo presente hasta casi el final, cuando Negredo sentenció tras una conexión con Navas, su socio del City. Objetivo cumplido en una noche tediosa. Septiembre suele ser un mal mes para la selección, que esta vez se lleva un tesoro de tres puntos, y más con el empate de Francia en Tbilisi.