Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Diputados de distintas formaciones soberanistas posan a las puertas del Congreso en apoyo a la independencia. :: FERNANDO ALVARADO / EFE
ESPAÑA

Mas abre la puerta a ralentizar el proceso soberanista en Cataluña

El presidente de la Generalitat renuncia a la consulta en 2014 si no logra el aval de Rajoy y convocará elecciones plebiscitarias en 2016

CRISTIAN REINO
BARCELONA.Actualizado:

A pocos días de la Diada, el presidente de Cataluña, Artur Mas, vertió ayer un jarro de agua muy fría sobre el mundo soberanista, que se muestra impaciente en relación al referéndum y sitúa el 11-S de este año como la antesala de la independencia.

Mas, que da casi por hecho que el presidente del Gobierno no se avendrá a negociar la convocatoria de una consulta sobre la autodeterminación, empieza a enseñar sus cartas y acota sus opciones: o consulta legal, con el visto bueno del Ejecutivo central, en 2014 o elecciones plebiscitarias en 2016.

Casi descartada la primera, a pesar de que supuestamente la prefiere y la pactó con Esquerra Republicana a cambio del apoyo externo a su Gobierno, abrio puerta a la segunda. Y tampoco parece que esté dispuesto a recurrir a opciones más radicales como consultas organizadas por los ayuntamientos o entidades privadas o incluso una declaración unilateral de independencia. El presidente de la Generalitat dejó claro que si Rajoy no permite ninguna de las cinco vías que le ha planteado como cauces para convocar un referéndum agotará la legislatura y dará a los próximos comicios caracter definitivo. Así lo expresó en la reunión que tuvo el lunes pasado en el Palau de la Generalitat con unos 250 altos cargos de su gabinete.

En esas elecciones plebiscitarias, un formato inédito en la democracia española, los partidos concurrirían con programas compartidos, unos a favor de la independencia y otros en contra. Una victoria de los partidarios de la secesión podría desembocar en una declaración unilateral de la independencia en el Parlament. «La consulta se hará en el marco de las leyes. Si podemos de forma pactada, acordada y convenida con el Gobierno; ahora bien, si el Gobierno se niega en redondo y se ampara en la legalidad para que sea un freno, siempre tendremos un marco legal, que serán unas elecciones», dijo en Catalunya Ràdio. El mensaje de Mas, que desde la oposición fue interpretado como un frenazo en su camino hacia la consulta tenía tres destinatarios.

El primero, en clave interna. El presidente catalán trata de ganar tiempo, ahora que asoman los brotes verdes muy a lo lejos. El año 2014 le aprieta mucho, porque está a la vuelta de la esquina, y sus socios de Unió no están por la labor de correr, por mucho que lo pida ERC. Con un horizonte más lejano, gana tiempo para intentar restañar las heridas en el seno de la coalición que preside, tras un año de duras discrepancias. El aviso iba también dirigido al presidente del Gobierno central. Mas le da algo más de aire para negociar, pero a la vez le advierte de que si no ofrece una alternativa atractiva a la independencia, en tres años llegará la «confrontación», el choque de trenes.

Críticas

Y también pensaba en ERC, socio de gobierno de CiU en la Generalitat, que aprieta para que Mas no se mueva ni una coma del compromiso de legislatura que firmaron en 2012. El presidente, que quiere incorporar a Esquerra a su Gobierno para poder aprobar unos presupuestos que hasta ahora ha tenido que prorrogar, fue muy claro con los republicanos, a los que recordó que no sucumbirá a sus reproches. «No descarto nada en este momento, sólo una cosa: hacerlo mal por las presiones», afirmó. El jefe del Ejecutivo catalán se refería a los continuos toques de atención que recibe desde las filas independentistas que le exigen que la consulta se haga, legal o no, en 2014, porque la independencia no puede esperar.

ERC captó de inmediato el mensaje y replicó con contundencia. No hubo estridencias para no abrir una crisis en el pacto, aunque sí amenazas de no seguir apoyando al Govern, lo que podría precipitar las elecciones. «La consulta se celebrará sí o sí el año que viene», insistieron.

Desde la oposición, también fueron críticos con Mas. «Eso de las elecciones plebiscitarias me suena a campaña para tenernos entretenidos hasta 2016», afirmó el primer secretario de los socialistas, Pere Navarro. ICV consideró un «fraude» que Mas «renuncie ya a la consulta», el PPC le pidió que «aclare que va a hacer en 2014» y deje de «generar confusión» y desde la CUP señalaron que el líder de CiU ha sucumbido a las presiones de las élites catalanas y españolas.