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ESPAÑA

Páez: «Bárcenas era el que partía el bacalao en el partido»

El sucesor del extesorero declaró ante el juez Ruz que su jefe estaba «paralizado» por el temor a que la Policía registrara la sede de Génova

R. C.
MADRID.Actualizado:

Luis Bárcenas mantenía un control absoluto de las finanzas del PP, incluso por encima de Álvaro Lapuerta cuando este aún ejercía de tesorero del partido. «Aquí el que partía el bacalao era Luis», aseguró ante el juez Pablo Ruz el exgerente de la formación Cristóbal Páez. En su declaración, a la que ha tenido acceso este periódico, Páez relató que era Bárcenas quien daba las instrucciones sobre el destino de las donaciones que recibía el partido. de hecho, apuntó, no existía ningún protocolo en materia de las aportaciones privadas y que ese era un apartado que «se manejaba con mucha discreción».

También reconoció haber recibido sobresueldos mientras trabajó para el PP sin tener que firmar ningún tipo de factura y desconociendo de donde provenían los fondos. «Yo veo que me pagan un dinero que no se declara. Entiendo que es dinero de los donativos que no declaran». Aunque afirmó no estar de acuerdo con esta práctico justificó que si no lo denunció fue porque él no era un policía.

En otro momento de su declaración, Páez describe el temor que sentía el extesorero ante la posibilidad de que la Policía registrara la sede nacional del PP: «Estaba paralizado, bloqueado y shockeado». El exgerente también confirmó que Bárcenas le entregó una documentación compuesta por hojas de cálculo y fotocopias de facturas para que las custodiara durante unas semanas, aunque él no vio que se tratara de la supuesta contabilidad B del partido. Eso sí, afirmó que esos papeles le «quemaba» y quiso deshacerse de ellos cuanto antes, algo que hizo en un plazo de seis semanas y no de cuatro meses, tal y como declaró en su momento Bárcenas. Si los guardó un tiempo, dijo, fue porque se sentía agradecido con su jefe por la confianza que había depositado en él al darle un puesto en el PP en 2004. Eso a pesar de «las cosas que salían en prensa y contradecían la imagen de él», concluyó Cristóbal Páez.