Bombas para acabar con las armas químicas

La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha desarrollado bombas para destruir depósitos de armas químicas o biológicas sin que causen la dispersión de sus elementos tóxicos en el área circundante, según indicó ayer el portal especializado Military.com. Una de las armas que podrían ser utilizadas por el Ejército norteamericano, la CrashPad o BLU-119/B (de implosión), es una bomba con un explosivo incendiario de alta temperatura pensado para incinerar los agentes químicos antes de que sean dañinos, según documentos del Departamento de Defensa estadounidense. Al igual que otras bombas destructoras de casamatas, esta tiene la finalidad de penetrar las estructuras de hormigón antes de que exploten. Forma parte de los arsenales de países como Dinamarca, Egipto, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Israel, Holanda, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos. También se podría utilizar el arma PAW, desarrollada en secreto mientras EEUU preparaba la invasión de Irak a finales de 2002, que destruye sus objetivos con energía cinética en lugar de explosivos. Ayer mismo Estados Unidos ordenaba el desplazamiento al mar Rojo del portaaviones de propulsión nuclear «Nimitz» y su grupo aéreo.