El síntoma turístico

Los números de la ocupación hotelera en la provincia de Cádiz durante el fundamental mes de agosto han sido mejores de lo que cabía esperar. A pesar de los pronósticos de oscuridad que la patronal temía, los registros han superado el 90% recuperando cifras que no se vivían desde la década anterior. De hecho, han sido los mejores en tres años. La costa gaditana, una de las que más prestigio tiene actualmente en toda España y los círculos más especializados de Europa, ha vivido un verano excepcional, con niveles que lo sitúan entre los mejores de toda la historia de estos recuentos.

Con ser una buena noticia temporal y de un sector concreto, aunque sean claves tanto la temporada como el tipo de negocio, lo mejor de los números es su significado como síntoma. Los expertos economistas defienden siempre que el turismo es el primer termómetro de cualquier incidencia económica, incluso de cualquier alteración social o de orden público. Ante cualquier noticia, de las más trágicas a las aparentemente más frívolas, las cancelaciones y los cambios de planes suelen ser la reacción instintiva de cientos de miles de personas. Pero, a cambio, en cuanto los ciclos económicos cambian, el hotelero es el primer sector que se beneficia. En cuanto los ciudadanos recuperan poder adquisitivo, empleo, oxígeno financiero en sus familias, el primer gasto suele ser recuperar las vacaciones, buscar un hotel o extender la estancia en ese recinto. Esa sensación es lo mejor de la cifra.