Nelson Mandela, durante su 94 cumpleaños, en julio de 2012. :: PETER MOREY / AFP
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Nelson Mandela abandona el hospital y vuelve a casa «en estado crítico»

El regreso a su hogar coincidió con la emisión de un comunicado por la oficina de George W. Bush en el que da sus condolencias a la familia

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Nelson Mandela ha regresado a su casa de Johannesburgo tras permanecer casi tres meses ingresado en un hospital, víctima de una infección pulmonar recurrente. Portavoces de la Presidencia sudafricana han señalado que su estado sigue siendo crítico y, en ocasiones, inestable, y que su vuelta al hogar no excluye un nuevo internamiento si fuera necesario. El domicilio del ex mandatario sudafricano, de 95 años de edad, ha sido remodelado para que pueda seguir recibiendo los mismos cuidados intensivos que precisaba durante su estancia en el centro sanitario.

El enfermo fue trasladado desde el MediClinic Heart Hospital hasta su hogar, situado en el barrio acomodado de Houghton, en una ambulancia medicalizada que formaba parte de un convoy de vehículos custodiado por varias unidades del Ejército. La residencia familiar está custodiada por decenas de periodistas, cámaras de televisión, turistas, curiosos y seguidores del líder, que han dejado en las inmediaciones del lugar fotos, carteles y piedras en los que han escrito sus deseos de recuperación.

Mandla Mandela, su nieto mayor, ha sido el primero de los familiares en pronunciarse públicamente sobre la llegada del patriarca. «Es un día para celebrar que finalmente haya vuelto a casa con nosotros», señaló. Sin embargo, la medida ha sido interpretada como fruto de la imposibilidad de mejorar su estado e, incluso, ha dado lugar a numerosos rumores sobre un inminente fallecimiento.

La muerte del histórico luchador antiapartheid ha generado controversias antes siquiera de producirse. El traslado por Mandla de los restos de los tres hijos fallecidos, aquellos que tuvo con su primera mujer Evelyn, desde la tumba de Qunu a la localidad de Mvezo, donde nació, suscitó la oposición del resto de los familiares, partidarios de que toda la estirpe repose en el primer cementerio.

La disputa parece relacionada con la gestión de los hipotéticos beneficios que puede generar la futura peregrinación hasta el lugar del último destino del hasta ahora considerado mayor icono vivo del mundo. Mandela creció en Qunu, en la provincia de Eastern Cape, la población que acogió a la familia tras la destitución del padre como jefe tradicional de Mvezo.

El famoso expreso de Robben Island constituye el mayor activo del Congreso Nacional Africano, el partido que ha dirigido la república austral desde la celebración de las primeras elecciones democráticas en 1994. La previsible desaparición de la histórica figura también aporta incertidumbre al futuro político de la mayor potencia africana, lastrada por graves problemas sociales y económicos, a los que los sucesores de Mandela, carentes de su talla política, no han dado una respuesta adecuada.

La noticia del traslado de Madiba, tal y como se le conoce en su propio país, coincide con la emisión de un comunicado del expresidente de EE UU George W. Bush en el que se le da por muerto y difunde sus condolencias. El documento, enviado por Jim McGrath, portavoz de Bush padre, califica al estadista como «un hombre de gran valentía moral que cambió el curso de la historia en su país». Tras darse cuenta de su error, el responsable achacó el fallo a una información publicada en el diario Washington Post.