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MUNDO

Las bases de Obama se movilizan contra la guerra

Algunos senadores critican la intervención porque los objetivos son pocos y otros arguyen que los planes de la Casa Blanca son excesivos

MERCEDES GALLEGO CORRESPONSAL
NUEVA YORK.Actualizado:

«Llevo años trabajando para parar las guerras de EEUU en Oriente Próximo y estoy convencida de que tenemos que parar ésta también», dijo tajante Phyllis Bennis, directora del Proyecto Nuevo Internacionalismo. Así empezaba el vídeo que la organización MoveOn envió ayer a sus 8 millones de miembros, horas después de que Barack Obama anunciara al país que ha tomado la decisión de atacar militarmente a Siria, si el Congreso le apoya. La organización progresista es una de las que le ayudó a ganar las elecciones. La misma que moviliza a las bases para implementar la reforma sanitaria o aprobar la reforma migratoria. La misma que ha visto en la pausa del presidente para pedir autorización al Congreso una oportunidad para detener la guerra.

Dos campañas paralelas y radicalmente opuestas bombardean ya a los estadounidenses a marchas forzadas: una por parte del Gobierno, que dispone de una semana para ganarse el apoyo de los legisladores, y otra por parte de los movimientos antibélicos, que ya se manifestaban el sábado en la puerta de la Casa Blanca, mientras el mandatario, premio Nobel de la Paz, anunciaba su decisión de atacar Siria, en represalia por los ataques químicos del pasado día 21 de agosto.

Los inspectores de la ONU apenas comenzarán hoy a enviar sus muestras a diversos laboratorios europeos, según anunció ayer la ONU, pero Estados Unidos dice tener ya las pruebas gracias a los análisis que han hecho las organizaciones humanitarias. «Tenemos la firma del gas sarín en las muestras de sangre y cabellos que tomaron las primeras personas en responder a la emergencia al este de Damasco», anunció ayer el secretario de Estado John Kerry, en una impresionante ronda de entrevistas televisivas. «Nuestro caso es más fuerte cada día, y a medida que avancemos el Congreso entenderá que no puede permitir que Assad gasee a su propia gente con impunidad».

Según Estados Unidos, el ataque químico provocó la muerte de al menos 1.429 personas, entre ellas 426 niños. Con todo, ninguno de los análisis que se han realizado hasta el momento tendrá la credibilidad de los que realice la ONU, que los lleva a cabo de acuerdo al protocolo de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas y las directrices del secretario general Ban Ki-moon. De acuerdo a ellas, dos funcionarios del Gobierno sirio son testigos de todo el proceso.

La Casa Blanca no pierde el tiempo. El mismo sábado envió al portavoz del Congreso la carta en la que pide autorización para «utilizar las Fuerzas Armadas como estime necesario y apropiado en conexión con el uso de armas químicas y otras armas de destrucción masiva en el conflicto de Siria». Y ayer domingo empezó a informar a los legisladores que quisieron romper el puente del Día del Trabajo. Estas reuniones en las que expondrán información clasificada durarán hasta el miércoles, día en que se celebra el año nuevo judío. El líder del Senado Harry Reid aseguró que inmediatamente después comenzará el debate en la Cámara alta esta misma semana, aunque oficialmente el Congreso no acaba su receso veraniego hasta el día 9.

Puerta abierta

Con todo y las fiestas, son ya varios los destacados senadores que se han manifestado en contra de la resolución de guerra, unos porque se queda corta y otros porque llega demasiado lejos. De entre los primeros destacan John McCain y Lindsey Graham, que emitieron un comunicado asegurando que «en conciencia, no podemos apoyar ataques militares aislados que no sean parte de una estrategia general para cambiar el momentum en el campo de batalla y conseguir la meta declarada por el presidente de que El-Asad deje el poder y se acabe el conflicto».

A Kerry el farol de sus amigos senadores no parece preocuparle, quizás porque conoce bien sus debilidades. «No creo que al final quieran votar para poner en peligro a Israel y no lanzar el mensaje a otros intereses en el mundo», dijo en velada referencia al temor de que Irán vea una falta de respuesta como luz verde para atacar Israel. «No vamos a perder esta votación», aseguró.

Aunque Obama hablase de fortalecer la democracia, también dijo no necesitar la autorización del Congreso, lo que deja la puerta abierta a continuar con los planes de ataque incluso si los legisladores le niegan su apoyo. Según fuentes de la cadena Fox, la decisión de atacar Siria está tomada. «Va a ocurrir de todas maneras», dijo la fuente.

«Todos los miembros importantes del equipo de seguridad nacional, incluyendo el comandante en jefe, estaban de acuerdo el viernes por la noche de que es necesario tomar acción militar». Aunque la intención manifiesta del presidente no es intervenir en la guerra civil siria, sino simplemente lanzar el mensaje de que no se pueden utilizar armas de destrucción masiva, Kerry aseguró que la acción estadounidense ayudará a los rebeldes.