Siempre queda el Senado
Griñán se sumará a otros seis expresidentes autonómicos con escaño en la CámaraTodos menos el asturiano Álvarez Areces han sido elegidos por designación de sus respectivos parlamentos
MADRID.Actualizado:Si seis expresidentes autonómicos se sientan ya en el Senado no veo por qué no puede haber uno más. Esta fue a grandes rasgos la explicación que el pasado lunes ofreció José Antonio Griñán para justificar su nombramiento como senador una vez se haga efectiva su salida de la Presidencia de la Junta de Andalucía. Lo cierto es que no le falta razón. La Cámara alta se ha convertido en el refugio idóneo para muchos que ven próxima su salida de la vida política, ya sea por voluntad propia o decisión de los electores.
El Senado presenta importantes atractivos en comparación con el Congreso, entre los que se encuentran la posibilidad de acceder al puesto sin pasar por las urnas gracias a la designación de los parlamentos autonómicos o la ausencia de presión política y mediática en el día a día. Dos elementos que se adaptan como un guante a las necesidades de los políticos en retirada. El sueldo es otro de los alicientes para ocupar un escaño en la Cámara alta. Un senador percibe una remuneración base de 2.813 euros brutos al mes en catorce mensualidades. A esta cantidad se suman otros 1.822 euros para los que provienen de circunscripciones distintas a Madrid y 869 para los que hayan sido electos en esta última. En total, cerca de 4.000 euros netos al mes sin contar complementos por responsabilidades en la Mesa del Senado o en las comisiones.
El PSOE es, con diferencia, el partido que más expresidentes suma. El valenciano Joan Lerma y el balear Francesc Antich aterrizaron en el Senado tras ser derrotados en las urnas. El aragonés Marcelino Iglesias y el asturiano Vicente Álvarez Areces llegaron tras renunciar por voluntad propia a la reelección, como hará en breve Griñán. Otro expresidente socialista es el catalán José Montilla, aunque no está encuadrado en el grupo del PSOE sino en el de la Entesa Pel Progres de Catalunya, como el resto de los senadores del PSC. De todos ellos solo Álvarez Areces fue elegido en las urnas mientras que el resto ha sido designado por sus respectivos parlamentos.
Solo uno del PP
En las filas del PP solo figura un exgobernante autonómico, el castellanoleonés Juan José Lucas. El caso de los populares dista mucho del socialista. Por una parte cuenta con presidentes históricos que han ido revalidando sus mayorías año tras año y no han visto la necesidad de apearse del cargo. Entre estos figuran el riojano Pedro Sanz o el murciano Ramón Luis Valcárcel, que gobiernan sus comunidades desde 1995. Valcárcel sí ha anunciado que no volverá a presentarse aunque todo apunta a que su destino será Europa, al Parlamento de Estrasburgo. Otros presidentes autonómicos del PP han visto truncada su carrera por problemas con la justicia como es el caso del balear Jaume Matas o el valenciano Francisco Camps. Por su parte, Eduardo Zaplana optó por la empresa privada. Quien sí ocupó un escaño en la Cámara alta fue el expresidente de la Xunta de Galicia Manuel Fraga. Lo hizo a los 84 años y tras ser derrotado en las urnas por el socialista Emilio Pérez Touriño.
Otros nombres ilustres
Además de expresidentes autonómicos, el Senado también concentra a un buen número de antiguos miembros de Gobiernos centrales o regionales. Uno de ellos es Carmen Alborch, exministra de Cultura en el último Gobierno de Felipe González. A diferencia de otros exaltos cargos, Alborch es una de las más activas de la Cámara con 728 preguntas por escrito al Gobierno. El propio presidente del Senado, Pío García-Ecudero, ejerció como presidente del PP de la Comunidad de Madrid hasta que fue sustituido por Esperanza Aguirre.
Al margen de los dos grandes partidos el PNV también ha encontrado acomodo en la Cámara alta para una de sus caras más conocidas en las últimas décadas, Iñaki Anasagasti. Iniciativa per Catalunya Verds ha hecho lo propio con Joan Saura, consejero de Relaciones Institucionales e Interior durante los gobiernos tripartitos catalanes.
También hay líderes en activo que se sientan en el Senado, es el caso de la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho; los secretarios generales del PSOE en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y Madrid, Tomás Gómez; o los alcaldes de Jerez y Zaragoza, María José García-Pelayo y Juan Alberto Belloch. De las filas del PP destaca también la presencia de Javier Arenas.
El Senado vive bajo la permanente amenaza de reforma para reducir su tamaño o incluso de disolución. Solo lo frena que se necesita una reforma constitucional para cambiar el sistema bicameral del Poder Legislativo. Extremos que acabarían con el que durante años ha sido el retiro dorado para un buen puñado de viejas glorias de la política.