Obama trata de vencer los recelos del ataque
Los inspectores de Naciones Unidas concluyen hoy sus trabajos sobre el terreno antes de partir Estados Unidos advierte de que fijará su propio calendario al margen de Reino Unido
NUEVA YORK.Actualizado:El estribillo de esta guerra sonaba demasiado parecido a la de Irak como para no despertar suspicacias. No basta con que Barack Obama asegure que «no será una repetición de Irak» sino «un disparo por la borda» que le quite a Bashar el-Asad las ganas de volver a usar armas de destrucción masiva, ni que cientos de vídeos colgados en YouTube muestren que se usaron contra inocentes el pasado día 21. Estados Unidos necesita demostrar con pruebas que fue el régimen sirio quien perpetró el ataque, no alguna de las muchas partes involucradas en este conflicto. Y ése es el reto de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), que ayer informó a los legisladores estadounidenses de cuáles son las pruebas de inteligencia que maneja.
Con el Congreso de vacaciones, la tarea era complicada. No hubo manera de que todos los legisladores involucrados pudieran acceder a una conexión telefónica segura con la que darles una charla sobre información clasificada. Al final, fue necesario cambiar el contenido de la conversación para que toda la información vertida en esa primera conferencia telefónica fuera susceptible de caer en otras manos. Por lo mismo, es de esperar que hoy lleguen a manos de la prensa estadounidense, pero lo que ésta adelantaba ayer no era muy alentador.
Las fuentes de The New York Times y Associated Press en el Gobierno advertían de que las pruebas no acreditan sin lugar a dudas quién ordenó al ataque, pero al final apuntan al Gobierno de El-Asad como responsable de lo que haya pasado con sus armas químicas. Y, sobre todo, Occidente basa su teoría en la ausencia de inteligencia que ponga armas químicas en manos de los rebeldes.
«Hemos mirado todas las pruebas y no creemos que la oposición posea armas nucleares o químicas de esa clase», avanzó el miércoles Obama. «Dado el tipo de misil que se requiere para lanzarlas, no creemos que la oposición pudiera haber llevado a cabo esos ataques. Así que hemos concluido que lo hizo el Gobierno sirio, y por tanto debe haber consencuencias internacionales», afirmó el mandatario. Obama no mencionó la frenética llamada de teléfono entre el ministro de Defensa sirio y uno de sus oficiales sin identificar que presuntamente habrían capatado los servicios secretos israelíes, según la revista alemana Focus. De existir, esa sería la prueba más convincente que EE UU tiene para ofrecer al mundo.
El mandatario estadounidense no parece haber convencido aún al secretario general de la ONU Ban Ki-moon, con el que habló el miércoles por teléfono. Ante la urgencia de la guerra, Ban decidió ayer anticipar el fin de su gira internacional para volver a su oficina de Nueva York, donde mañana mismo espera recibir de forma oral los primeros informes de los inspectores de la ONU en Siria, por un medio aún sin decidir. «Algunos estarán aquí en persona y otros no, ya se irá viendo», avanzó su portavoz Farhan Haq.
Análisis de las muestras
Los inspectores llevaron ayer a cabo su tercera jornada de trabajo en Ghuta, donde continuaron con la misión de recoger muestras y realizar entrevistas con los testigos. El resultado fue tan productivo que decidieron finalizar hoy el trabajo de campo y abandonar Siria mañana. «Tan pronto como salgan informarán al secretario general de sus impresiones», prometió el portavoz.
No será un informe preliminar porque aún falta la parte más importante del trabajo, el análisis de las muestras obtenidas que se llevará a cabo en varios laboratorios europeos sin determinar. Haq negó contundentemente que su salida sea en anticipación de un ataque militar, sino que se trata de continuar «un proceso bastante complejo para procesar la información que han obtenido», aseguró. Algo que, según dijo, debe hacerse fuera del país, donde quedarán todavía unos mil empleados de la ONU y de organizaciones humanitarias internacionales, en peligro de resultar heridos por un ataque occidental.
Tanto en sus conversaciones con Obama como en sus declaraciones públicas, el secretario general de la ONU ha reiterado su oposición «a una mayor militarización» del conflicto sirio, por lo que ha pedido «una oportunidad para la paz». Su deseo es que la comunidad internacional actúe de manera concertada, pero nadie espera que eso ocurra a través del Consejo de Seguridad, que es el órgano autorizado. A petición de Rusia, los cinco miembros permanentes del máximo órgano de la ONU se reunieron ayer durante apenas media hora para discutir estas circunstancias y el borrador que Londres ha redactado para autorizar «toda la fuerza necesaria» contra Siria.