Chacón arremete contra el calendario y la gestion de Rubalcaba en su adiós
La exministra se va a impartir clases a la Universidad de Miami, pero avisa de que tiene «billete de ida y vuelta»
MADRID.Actualizado:Carme Chacón se mostró más mordaz en su despedida contra Alfredo Pérez Rubalcaba y la dirección del PSOE que en el año y medio transcurrido desde el congreso federal de Sevilla que perdió frente a él por solo 22 votos. A 48 horas de tomar el avión para dar clases en la Universidad de Miami Dade, mostró ayer su total desacuerdo con el calendario de primarias y con la gestión de la ejecutiva. Aclaró además que no decía adiós a la política sino hasta luego porque se va «con billete de ida y vuelta».
La exministra de Defensa dio un paso que solo conocían sus «amigos» y del que el secretario general del PSOE se enteró el miércoles por la noche, poco antes de que trascendiera. Antes lo supieron el presidente del PSOE, José Antonio Griñán, «hace tiempo que lo sabía»; el primer secretario del PSC, Pere Navarro; y hasta el primer secretario de los socialistas de su agrupación en Esplugues de Llobregat. Hoy entregó su renuncia al acta de diputada por Barcelona y se despidió desde el Congreso con un aviso: «Dejo el escaño, pero no la política». Indicó que su nueva vida laboral no implica una retirada, todo lo contrario, va estar «activa» en la vida interna del PSOE a pesar de la distancia. «Mi corazón y buena parte de mi cabeza -dijo- seguirá aquí».
Se marchó además con un recado a Rubalcaba y la dirección socialista: «Tienen que pasar cosas en mi partido y tienen que ser cuanto antes». Unas prisas que no comparte el líder del PSOE, cuyo calendario pasa por celebrar las elecciones primarias para elegir el próximo candidato a la Presidencia del Gobierno allá por 2015. Chacón reconoció que el manejo de los tiempos no está su mano, está en las de «quienes están al frente del barco», pero insistió, «no comparto el calendario» porque la renovación debe hacerse «cuanto antes» porque hay en marcha un peligroso proceso de deterioro, no solo de su partido sino de la política.
La agenda de la dirección del PSOE pasa por la celebración de una conferencia política en otoño que sentará las bases del nuevo socialismo y de otro modelo de partido. Las primarias para elegir el candidato a la Moncloa se quedarían para 2015, lo más cerca posible de la convocatoria electoral, y antes solo habría primarias para los candidatos para los comicios autonómicos y municipales. Los nombres que se barajan para las primarias son los de siempre, Patxi López, Eduardo Madina, la propia Chacón y quizá algún aspirante de Andalucía, como Mario Jiménez, según algunas fuentes socialistas. Solo hay consenso en que habrá «varios».
En esas quinielas el nombre de la exministra cotiza a la baja sin el apoyo del PSC tras los choques con su dirección. No comparte el apoyo al derecho a decidir que defiende la ejecutiva de los socialistas catalanes y no votó una resolución en ese sentido en el Congreso que respaldaron todos los diputados del PSC. Además parece que tampoco mantiene el respaldo de la poderosa federación andaluza, aunque la futura presidenta de esa comunidad, Susana Díaz, fuera una de sus grandes valedoras en el Congreso de Sevilla. Madina aparece a la cabeza de las preferencias en los sondeos y en las de los pocos dirigentes que opinan en privado.
El dorsal
Chacón no desveló sus intenciones para esas primarias. «Tendré el dorsal que decidan mis compañeros», comentó. Una forma de decir que medirá las fuerzas con las que cuenta a la hora de la verdad y obrará en consecuencia. La exministra, mantienen fuentes de su entorno, nunca se enfrentaría al diputado por Vizcaya y secretario general del grupo socialista si es que decide presentarse. Ella ayer no dijo nada de eso e insistió en que solo quiere participar en el proceso de renovación interna. También anunció que estará en la conferencia política de otoño.
La exministra también solicitó que no se busquen razones ocultas en su marcha a la Universidad de Miami. «Es una oferta magnífica», subrayó. Chacón viajará mañana con su hijo y el martes se incorporará a su nuevo trabajo en el campus Wolfson. Pero aunque dijo que había estado «muy a gusto en el Parlamento», era un secreto a voces dentro del grupo socialista que se sentía relegada y sin ningún protagonismo en los debates. No ejercía ninguna portavocía ni planteaba preguntas en las sesiones de control al Gobierno, era una diputada de base con muy escasas intervenciones y limitadas sus funciones, como tanto otros parlamentarios, a pulsar el botón en las votaciones.