La línea y el círculo
Actualizado:La línea es una sucesión continua de puntos trazados. La Línea es un municipio de la provincia de Cádiz que se asienta sobre el istmo arenoso que une el Peñón de Gibraltar con la costa. Sin embargo, el círculo es la región del plano delimitado por una circunferencia y que posee un área definida. El Perímetro de un círculo es una circunferencia, figura geométrica de carácter cerrado. De tal forma que sí la Línea tiende a ser una línea, el Peñón en su descripción en el Tratado de Utrech tendería a equipararse con un círculo. Éste es cerrado por definición y su entorno está perfectamente definido. Todo lo que altere su originaria descripción es un fraude de Derecho internacional.
Sin embargo todo lo manifestado es pura ficción si observamos el devenir histórico. Desde los orígenes del asentamiento, los británicos iniciaron una política expansionista, comiendo terreno al istmo, lo que no estaba contemplado en el Tratado. Ante ello, el Gobierno español de 1730 decidió la construcción de una plaza fuerte, llamada Línea de Contravalación o Línea de Gibraltar. Lo que suponía la construcción de dos fuertes, uno situado a levante y el otro a poniente del istmo, unidos ambos por una línea de fortificación, con la finalidad de impedir el tránsito y hacer prevalecer los derechos sobre el istmo, amén de dejar clara la presencia española en la zona, prohibiéndose a los barcos ingleses el atraque fuera del puerto de Gibraltar. Esa zona era calificada territorio en conflicto, por lo que no se autorizaba el asentamiento de población civil estable. De ahí que la zona fuera calificada de campamento provisional de carácter militar, desde donde poder asediar la Roca. Pero en 1870 se autoriza la segregación de la Línea de San Roque. Así nació la ciudad fronteriza de la Línea de Gibraltar con poco más de 300 habitantes. Nacía así el municipio. Constituido el ayuntamiento y celebrada su primera sesión plenaria, se procede al cambio de nombra y se le otorga el de La Línea de la Concepción.
En el año 1908 el ejército británico levantó un muro fronterizo en el istmo que une Gibraltar con La Línea, añadiendo 106 hectáreas a su territorio original, que sólo comprendía el Peñón y su puerto. España no reconoce la soberanía británica sobre este istmo, considerado como terreno neutral por el Tratado de Utrecht. Tampoco reconoce a este muro como una frontera internacional, el cual es conocido simplemente como La Verja. Con posterioridad Castiella, ministro en la época de la dictadura, decidió el cierre de la Verja y proyectó cortar los suministros de agua, electricidad y líneas telefónicas. También decidió la instalación de las industrias menos salubres. Su propósito era claro, fastidiar la vida a los de Gibraltar. Pero llegó el dúo Moratinos-ZP. Y con ellos Gibraltar amplía sus dominios marítimos, antes limitados a las zonas del puerto y del aeropuerto, hasta hacerse con un espacio tres veces mayor al que poseía hasta agosto de 2010, con su llamado mar territorial. Y los gibraltareños se tomaron un gin tonic de los que acostumbra a tomar la reina madre, eso sí, on the rocks , por eso de la roca.
Ante esta situación yo propongo la siguiente alternativa. O se le concede a la Línea la condición de colonia dependiente de la corona española o se le otorga la condición de zona franca. Ante esto, al Sr Picardo como a los monos solo le cabría el rabo entre las piernas.