Margallo reclama «un frente común» de todos los partidos en el conflicto con Gibraltar
Insiste en que si Picardo no retira los bloques de hormigón de la bahía de Algeciras no habrá diálogo con Reino Unido
MADRID. Actualizado: GuardarEl ministro de Asuntos Exteriores tiene un objetivo prioritario en su comparecencia del 3 de septiembre en el Congreso, trenzar un «frente común» de todos los partidos en el conflicto con Gibraltar. José Manuel García Margallo precisa que no busca una «adhesión incondicional» a la postura del Gobierno, lo que se pretende es llegar a un acuerdo en «un principio común».
El jefe de la diplomacia ha tomado nota de las quejas de los socialistas y confía en deshacer los, a su juicio, malentendidos que han surgido en la crisis con la colonia británica. El PSOE ha criticado a García-Margallo por primar las declaraciones «retóricas» y «los titulares» elevados de tono contra las autoridades gibraltareñas en lugar de buscar una solución dialogada con el Reino Unido. El ministro cree que con las explicaciones que va a dar en el Parlamento se solventará esas discrepancias y se podrá forjar un consenso político. «Eso es lo que nos da fortaleza», subrayó en una entrevista en el diario La Razón.
La estrategia de dureza del Gobierno en el contencioso con el Peñón por los bloques de hormigón y la construcción de una urbanización ganada al mar en aguas que España considera suyas no ha concitado el apoyo de ningún grupo político. El PSOE considera que las «bravuconadas» no conducen a ningún sitio y exige la reanudación del diálogo tanto con el Gobierno británico de David Cameron como con el gibraltareño de Fabian Picardo. IU está convencida de que se trata de «una cortina de humo» del Ejecutivo de Mariano Rajoy para distraer la atención del 'caso Bárcenas' y la presunta financiación irregular del PP. UPyD también cree que la estrategia gubernamental es «una pataleta» veraniega que con la recuperación de la actividad política de otoño quedara en nada. Los nacionalistas catalanes y vascos apenas se han implicado en el debate e incluso se ha dado el caso de que Esquerra Republicana de Catalunya ha tomado partido por la colonia británica.
Acuerdo posible
García-Margallo intentará limar estas diferencias antes de su comparecencia en el Congreso, sobre todo con los socialistas, a los que prometió «escuchar» sus planteamientos. El PSOE, pero también el resto de los partidos, considera que la crisis de los bloques de hormigón es un asunto menor con una solución asequible mediante el diálogo con las autoridades de Gibraltar porque a pesar de la bíblica respuesta de Picardo -«antes se helara el infierno de que retire los bloques»- hay posibilidades de acuerdo al tratarse de un asunto pesquero, un terreno en el que la conciliación siempre ha sido más factible. La recogida de los alrededor de 70 cubos de hormigón erizados de barras de hierro de 1,5 metros cúbicos cada uno es una operación sencilla y de bajo coste.
El problema de fondo, sostienen los socialistas, es acabar con el blanqueo de dinero, el régimen fiscal de la Roca, el juego 'on line' y el contrabando, unos temas en los que, a su juicio, el Gobierno de Rajoy no se emplea con la misma contundencia, aunque sea verbal, que con los bloques en el mar y las rocas y arena para el rompeolas y la urbanización.
A este respecto, el ministro de Asuntos Exteriores volvió a insistir en que si el Peñón no retira los cubos de hormigón no habrá diálogo sobre pesca. Una insistencia, explica García-Margallo, destinada a contrarrestar el intento de «reafirmar la soberanía británica» en unas aguas que España reclama y que, pese a las explicaciones de Picardo, nada tienen que ver con la pesca ni con la regeneración de los caladeros.