El José del Cuvillo, escenario de la crónica de una muerte anunciada
El Conil, convidado de piedra, no puede debutar en la Liga al no presentarse el Racing al partido; A la tercera incomparecencia, el Portuense será eliminado
EL PUERTO.Actualizado:El estadio José del Cuvillo fue ayer el escenario de una crónica tan peculiar como desagradable. Alejada de alineaciones, amonestaciones, jugadas polémicas y goles, la de ayer se trató de la crónica de una muerte anunciada.
A sus 85 años, el Racing Club Portuense da pasos agigantados hacia su fin. Inscrito en el Grupo X de Tercera, el club rojiblanco certificó ayer su primera incomparecencia en la competición y está a sólo dos de su eliminación liguera. Y es que, si un milagro no lo remedia, en tres semanas (visita Arcos, descansa y juega ante el Cádiz B) puede consumarse la debacle. Otro cantar es la disolución definitiva, que está en manos de la Justicia al estar inmersa la entidad en plena Ley Concursal.
A fin de cuentas, un espectáculo que ayer tuvo un nuevo episodio con la visita del Conil. Pepe Mejías y sus pupilos llegaron escalonadamente a El Puerto desde las 10.15 horas, momento en el que Fernando Soto, secretario en funciones del Racing Club Portuense, abrió las puertas del coliseo rojiblanco. Posteriormente llegó el colegiado hispalense De los Santos Mellado junto a sus asistentes.
Y poco más se puede contar, pues, como era de esperar, nadie se enfundó la camiseta racinguista y el partido, que tendría que comenzar a las 12.00 horas, se acabó con la elaboración y firma del acta arbitral. El Conil aportó sus 110 euros, el trío arbitral pasó lista para certificar la presencia de los jugadores jandeños y punto final a la historia. Todo concluyó con un buen desayuno. Tan increíble como verídico.