Un doble atentado deja 42 muertos en Líbano
TRÍPOLI.Actualizado:La frágil convivencia que se asienta en el mosaico confesional libanés se vio sacudida ayer por un doble atentado contra mezquitas en la ciudad norteña de Trípoli, de mayoría suní. El ataque dejó al menos 42 muertos y medio millar de heridos y se produjo cuando dos explosiones sorprendieron a los numerosos fieles que abandonaban los templos tras concluir la jornada de la oración. Instantes después de las deflagraciones, las televisiones locales mostraban los importantes daños causados. Mientras grupos de niños eran evacuados en estado de conmoción y decenas de víctimas yacían en el suelo, varios vehículos ardían en unas calles en las que se apreciaban fachadas de edificios totalmente destruidas.
La primera de las explosiones se produjo junto a la mezquita de Taqwa, donde el clérigo salafista Salem al-Rafi -conocido detractor del presidente sirio, Bashar el-Asad- acababa de pronunciar un sermón en el que instaba a luchar contra el régimen de Damasco. Minutos después, tuvo lugar el segundo estallido en la calle Maarad, cerca del templo Salam y de la residencia del primer ministro saliente, Nayib Mikati. La oficina gubernamental informó de que el mandatario no se encontraba en ese momento en Trípoli.
El propio Mikati reapareció horas más tarde para condenar unos ataque que, en su opinión, constituyen «un mensaje claro» que únicamente persigue «sembrar el conflicto» en la región y generar reacciones por parte de Trípoli y sus «hijos». No en vano, la capital del norte de Líbano suele ser escenario de frecuentes enfrentamientos entre suníes que apoyan mayoritariamente a El-Asad y chiíes. En sintonía con el mensaje del primer ministro en funciones, el responsable de Salud, Ali Hasán Jalil, quien denunció que las explosiones «buscan aniquilar la estabilidad, la paz y provocar la discordia».
El atentado de ayer ocurrió una semana después de que 27 personas perdieran la vida en Beirut y 336 resultaran heridas por un coche bomba en un feudo del grupo chií Hezbolá. La milicia -que ha mostrado su apoyo a la oposición armada siria y tiene a combatientes desplegados en el país vecino- se sacudió la sombra de las sospechas medianre un comunicado recogido en el periódico Daily Star en el que denuncian que las dos explosiones contra mezquitas «forman parte de un plan criminal que busca arrastar a los libaneses bajo la pancarta de las confesiones y el sectarismo».