Números para reflexionar
Que la provincia, como Andalucía y España, viva uno de los mejores veranos en llegada de turistas extranjeros en 18 años debe ayudar a fijar el peso del sector
Actualizado:Las sociedades, como las personas que la forman, tienden a obsesionarse con lo que han perdido, con lo que les falta o no logran alcanzar. Valorar en su justa medida sus virtudes, su potencial y sus méritos es bastante más complejo pero igualmente importante. Si el primer bloque marca los retos, las necesidades, el segundo fija lo que debe conservarse, el patrimonio que conviene preservar de cambios y deterioro. El sector turístico español forma parte de lo que merece protegerse, más que ensalzarse, para que pueda conservar su capacidad de crear riqueza, para que tengamos la ocasión de debatir cómo se distribuye.
En un paisaje anímicamente devastado, en el que la mayoría de españoles cree vivir la peor situación colectiva que han conocido nunca, resulta que uno de los primeros sectores económicos del país, el turístico, vive su mejor verano en los últimos 18 años. Al menos, en cuanto a llegada de visitantes extranjeros, los números son los mejores desde 1995. Y esos dígitos se dan en el segundo país que más turistas recibe en todo el mundo.
Es preciso matizar que el aluvión de visitantes tiene motivaciones diversas, algunas trágicas como la inestabilidad política en el sur del Mediterráneo, pero también conviene reconocer que el sector turístico gaditano, como el andaluz y el español, han hecho bien buena parte de sus deberes durante muchos años. Han sabido crear una oferta consolidada, con una gran imagen y unas infraestructuras envidiables (del transporte a los hoteles) que ahora, combinadas con distintas circunstancias, ofrecen unos resultados asombrosos incluso en momentos de dificultad económica. Falta por reactivar el turismo nacional, hay que luchar contra la estacionalidad y mejorar las condiciones de los trabajadores del sector. Pero que esos retos no impidan ver el potencial y la buena labor realizada por muchos.