«La de Cádiz es una cita muy esperada por los 'azabacheros'»

Nació como homenaje, en su 20 aniversario, al musical que animaba las noches de la Expo 92 y proyectaba la canción española en todo el mundo. Cuatro amigos artistas, tres mujeres y un hombre, se reunían por primera vez para revivir el espectáculo de copla 'Azabache'. Sólo una noche, un único revival de aquel brillante montaje que protagonizaron en Sevilla Juanita Reina, Rocío Jurado, Imperio Argentina, Nati Mistral y María Vidal. Iba a ser uno, sólo uno, pero ya van por 20 representaciones repartidas a lo largo y ancho de toda España. La de este viernes en el Castillo de San Sebastián, en el marco de los 'Conciertos para la Libertad', es una de las últimas oportunidades para disfrutar de las voces, juntas, de otros cuatro ases de la canción española, Pasión Vega, Diana Navarro, Pastora Soler y Manuel Lombo, acompañados por la Orquesta Sinfónica del Aljarafe y dirigidos por José Miguel Évora.

Juntamos al maestro con Pasión Vega y Diana Navarro en Cádiz, para que cuenten los entresijos de este musical que se ha granjeado el cariño de varias generaciones de españoles. La primera anécdota que sale a relucir es la de una noche con un segmento del público de nacionalidad rusa. «Nos aplaudían a cada momento, y no sólo en los de mayor tensión del tema como suele ocurrir», explica Navarro. «El día de Bilbao fue espectacular también la acogida», continúa su amiga Pasión Vega, especialmente feliz por el concierto de este viernes en la fortaleza gaditana. Juega en casa la malagueña y está convencida de que la respuesta de los locales va a ser antológica. «Todo el mundo sabe que soy una amante de Cádiz. Tenemos muchas ganas de encontrarnos con este público, que sabemos que es muy participativo. El lugar, además, es mágico. Ésta es una cita muy esperada por los azabacheros», comenta. «Cádiz es divina», le sigue Navarro. Sobre el escenario habla también el maestro Évora. «Estoy súper tranquilo porque son voces fabulosas, son los mejores y lo van a hacer muy bien». Évora ha sido el encargado de arreglar los éxitos de la copla para que los cuatro jóvenes artistas le impriman su particular estilo. Ninguna representación es igual a la anterior y en este año largo de reencuentros se ha ido ganando en complicidad y mayor, aún si cabe, espontaneidad. «Se nos nota que disfrutamos mucho, antes y durante el espectáculo, en solitario o con los duetos. La verdad es que se nota que lo estamos haciendo con el corazón, lo sentimos, lo vivimos y así lo expresamos», dice Vega.

«Si soy sincero diré que no se ensaya mucho. Está todo muy rodado. Yo me pongo las orejas de Dumbo e intento intuir en todo momento cuál es la intención, qué pretenden decir. La orquesta es como un guitarrista, sólo uno. Ellos son muy sinceros y cada día tienen unas necesidades y sus condicionantes», destaca Évora.

Así, los chicos bordan un repertorio que contiene, entre otros clásicos, 'Suspiros de España', 'Tatuaje', 'Amante de abril de mayo', 'Ojos verdes', 'Capote de grana y oro', 'La Lola se va a los puertos', 'Triniá', 'Cinco farolas' o 'El día que nací yo', entre muchas otras. Tres horas de espectáculo en el que la única novedad con el original la trae la malagueña Diana Navarro, que canta el éxito de la fallecida Marifé de Triana 'La loba'.

«Me resulta muy fácil dirigirles porque la satisfacción de oírles me embelesa. Cuando los oigo cantar se acabo todo. Jamás hay una cuestión técnica que me haga parar o explicarles nada. Todo ha salido fluido, tienen un nivel profesional que sale solo. Pierdo la condición de hombre de carne y aparece el hombre del espíritu gracias a ellos, a sus timbres. La copla es una verdad, y la verdad no tiene tiempo, no caduca y ellos lo hacen desde esa verdad. Me cuesta encontrar algún problema, no hace falta ni mirarles», concluye el maestro. Este viernes cuatro grandes representantes del género vuelven a cantar las historias de la copla.