La República Checa disuelve el Parlamento y convoca elecciones en octubre

La Cámara de los Diputados checa aprobó ayer su disolución, con lo que despejó el camino para la celebración de elecciones anticipadas, previsiblemente en octubre, con el voto favorable de socialdemócratas, comunistas, conservadores y populistas. Los diputados decidieron poner fin a una legislatura agonizante, que de otra manera se habría prolongado hasta la primera mitad de 2014, una vez contrastada su incapacidad para alcanzar consensos políticos y hundida en el desprestigio, con dos diputados tras las rejas y varios casos abiertos por presunta corrupción.

Una irrebatible mayoría de 140 votos (sólo eran necesarios 120 sobre 200) es el mejor argumento para que el jefe de Estado checo, el exsocialdemócrata Milos Zeman, convoque cuanto antes los comicios. La Carta Magna establece un plazo de 60 días para la celebración de las elecciones, aunque la decisión definitiva recae en el inquilino del Castillo de Praga, sede de la Presidencia. El Gobierno tecnócrata en funciones, dirigido por el economista Jiri Rusnok, reconoció que la decisión de hoy limitará mucho su actividad. «Nuestra actividad legislativa será mínima», señaló al canal público CT24 Rusnok, también exsocialdemócrata, ministro de Finanzas, así como de Industria y Comercio en anteriores gobiernos.

Hasta la celebración de comicios, todos los poderes legislativos pasarán a estar en el Senado. El Ejecutivo saliente fue nombrado por Zeman sin el concurso del Parlamento, por lo que no consiguió el respaldo de la cámara en el voto de confianza del 7 de agosto, lo que se convirtió en otro factor que tensó las relaciones entre el poder legislativo y la Presidencia, y ello contribuyó al adelanto electoral. La única formación que se distanció de la disolución de la cámara, y que se ausentó físicamente del pleno durante la votación, fue el liberal Partido Democrático Ciudadano.