Un brigadista trabaja en el incendio forestal cercano a la población orensana de A Salgueira. :: B. LORENZO / EFE
Sociedad

Los incendios conceden una tregua

El fuego arrasa 25.027 hectáreas hasta agosto, un 85% menos que en el mismo periodo de 2012

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Los incendios dan un respiro y conceden una tregua este verano. Con la prudencia de saber que la temporada estival todavía no ha terminado y, por tanto, el riesgo sigue presente, los datos conocidos de momento son esperanzadores. Y es que hasta el 11 de agosto de este año en España se habían quemado 25.027 hectáreas de superficie, lo que supone un 85% menos que en el mismo periodo de 2012, cuando el fuego arrasó 163.518 hectáreas. Además, echando la vista atrás supone tres veces menos que la media de los últimos diez años (87.440 hectáreas), según los datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

De esta forma la superficie afectada representa un 0,091% del territorio español, de la que 9.720 hectáreas corresponden a superficie arbolada, 10.105 hectáreas a terreno de matorral y monte abierto, y 5.201 hectáreas a pastos y dehesas.

El aspecto positivo no está solo en el menor número de superficie calcinada, sino también en el descenso del número de grandes incendios -más de 500 hectáreas quemadas-, que pasan de 27 el año pasado a solo ocho en 2013. Una cifra que también sitúa los fuegos por debajo de la media de 19 siniestros de la última década. El menor número de estos devastadores fuegos es muy significativo ya que los grupos ecologistas habían advertido de la tendencia creciente de esta tipología de siniestros en los últimos años.

En total se han registrado 5.008 siniestros en comparación con los 11.678 del año pasado en las mismas fechas, siendo en su mayoría (3.663) conatos que se consiguen extinguir antes de que quemen una hectárea de territorio. Además, en el 27% de los casos (1.345) arrasaron más de una hectárea.

En cuanto al número de incendios por regiones, el 42% se produjeron en el noroeste peninsular (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y las provincias de León y Zamora). El 33% en las comunidades interiores, el 22% en la zona mediterránea y el 1% en las islas Canarias. Sin embargo, el hecho de que se produzcan más siniestros en un lugar no significa que también cuenten con el mayor número de superficies quemadas. De hecho, el porcentaje de superficie arbolada calcinada es superior en las comunidades interiores (42,39%), seguido de las comunidades del Mediterráneo (35,35%) y de las regiones del noroeste peninsular (22,16%). Según la superficie forestal arrasada los territorios del interior vuelven a ser los más afectados (43,66%) seguido por el 35,94% del área arrasada en el noroeste peninsular, el 20,31% en la vertiente mediterránea. En cualquier caso, estos datos positivos hay que ponerlos en cuarentena hasta que concluya el verano y por tanto el riesgo de incendios descienda.

La mano del hombre

Aunque en el informe del departamento que dirige Miguel Arias Cañete no se mencionan las causas de los fuegos, los grupos ecologistas recuerdan que las zonas más vulnerables a sufrir estos grandes incendios, según sus investigaciones, reúnen una condición meteorológica adversa, una orografía que dificulta la extinción y, sobre todo, un incremento de la combustibilidad. Este último aspecto es donde la actuación del hombre resulta decisiva. En concreto, se debe al abandono de las actividades agrarias como la reducción de los cultivos y el cese del pastoreo que han contribuido al aumento de la masa forestal, a la cada vez mayor urbanización del monte y a la ausencia de políticas efectivas de prevención. Y es que los ecologistas recuerdan que el hombre es el responsable del 96% de los incendios.