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La congelación del infierno

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Picardo, jefe de la colonia ubicada en territorio de la UE, ha anunciado que el infierno se congelará antes de que Gibraltar retire los bloques que impiden a los pescadores españoles el ganarse la vida en sus propias aguas, unas aguas no contempladas en Utrecht y que nunca se han cedido. Ya se sabe que los monos de Gibraltar son los garantes de la persistencia de la colonia británica y por eso se les mima tanto, no sea que a los simios les de por emigrar. Lo de la congelación del infierno tiene, sin embargo, una base argumental más dudosa. Es difícil asegurar las condiciones climáticas del entorno infernal pero si tenemos que buscar alguna referencia, ninguna más apropiada que la que el inmortal Dante nos relata en la ‘Divina Comedia’, donde encontramos a Lucifer confinado en el hielo del último círculo del infierno y acompañado de las sombras congeladas de los condenados. Lástima que cuando Moratinos visitó oficialmente el Peñón, como si de un Estado soberano se tratase, no llevase un ejemplar de la genial obra. El ministro gibraltareño podría saber así que en lo más profundo del helado abismo se encuentran las almas de los que traicionan a sus benefactores. Allí están Bruto, Casio e, incluso, Judas, el de las 30 monedas. Un club de lo más selecto para montar una partida de póker y sobrellevar las gélidas temperaturas aunque nunca tan atractivo como montar un casino en Gibraltar.

Dicen que Cameron anda algo preocupado por este asunto del juego on-line. Resulta que las principales empresas de juego británicas han trasladado sus operaciones a Gibraltar para librarse de la normativa que les obliga a pagar a la Hacienda del Reino Unido el 15% de los ingresos por juegos y apuestas, ahorrándose así una significativa cantidad en impuestos ya que en la Roca solo se paga el 1%. Y además sin problemas con las comunicaciones gracias a las facilidades dadas por el anterior gobierno español que les permitió disponer de hasta 60.000 líneas telefónicas, un número significativo para una población que apenas alcanza los 28.000 habitantes, incluidos los que habitualmente viven en sus casas de este lado de la verja. Aunque don Fabián parece desconfiar de que el actual gobierno de España sea tan generoso y prefiere no depender de las comunicaciones españolas para tan lucrativo negocio. De ahí los bloques para aislar una parte de las aguas españolas donde lanzar sus propios cables. Pero resulta que en el Reino Unido, con un déficit público más que preocupante, están empezando a surgir voces de alarma y ya están planteando que las compañías de juego on line tributen al mismo tipo fiscal que en la metrópolis y que los casinos gibraltareños dispongan de licencia para aceptar apuestas de súbditos británicos. De ser así, es posible que en ese centro financiero que es el Peñón (así califican los llanitos a la Roca para aclarar las diferencias, no sea que nos confundamos, con un paraíso fiscal) se empiece a notar algo de frío. Pero el punto de congelación solo se producirá cuando la UE sea consciente de lo fundamental que es la armonización fiscal en todo el territorio europeo y, de paso, haga cumplir a sus Estados Miembros las Resoluciones de la ONU. Solo así los pescadores españoles podrán vivir tranquilos y el Sr. Picardo sabrá que en el infierno también hace frío.