El Gobierno ruso emprende la guerra contra los 'sin papeles'
El brutal ataque a un policía ha motivado una campaña en la que las autoridades retienen por millares a los inmigrantes indocumentados
MOSCÚ.Actualizado:Desde que el 27 de julio un policía fue brutalmente atacado en un mercado moscovita por los parientes de un joven daguestaní acusado de intentar violar a una menor, el Ministerio del Interior ruso ha lanzado la mayor campaña que se recuerda contra la inmigración ilegal. Daguestán es una república autónoma perteneciente a Rusia, pero sus habitantes son percibidos en gran medida como ajenos. Contra ellos fueron iniciadas las primeras redadas, pero después se hicieron extensivas a vietnamitas, uzbekos, kirguises, tayikos e incluso chinos.
A lo largo de la última semana han sido detenidos en la capital rusa unos 4.650 extranjeros en distintos mercados de abasto. Muchos de ellos han sido puestos a disposición judicial, otros deberán pagar abultadas multas y el resto serán deportados a sus países de origen. Los arrestos se cuentan por millares, no sólo en Moscú y San Petersburgo, sino en otras muchas ciudades del país.
El detonante ha sido la agresión que sufrió un capitán de la Policía el mes pasado cuando se disponía a detener al presunto autor de un intento de violación a una niña de 15 años. El agente fue atacado por los familiares del sospechoso, uno de los cuales le asestó un golpe en la cabeza de tal magnitud que le hundió el cráneo en la parte frontal. Tuvo que ser hospitalizado en una unidad de cuidados intensivos mientras el autor del desaguisado lograba huir.
Con el fin de darle caza, se puso en funcionamiento el operativo «descriminalización» en todos los mercados moscovitas. Además de arrestar al culpable se aprovechó para verificar las condiciones sanitarias y comprobar la documentación de los inmigrantes. Se constató que gran parte de ellos se encontraban en Rusia de forma ilegal. Los controles se extendieron después a otras ciudades de Rusia.
Los representantes diplomáticos de Daguestán en Moscú hicieron público el 31 de julio un comunicado en el que denunciaban los métodos empleados por la Policía rusa contra vendedores y trabajadores de los mercadillos en donde se realizaron las redadas, a las que calificaba de «demostración de fuerza teatralizada».
La legación daguestaní acusaba a «algunos» miembros de las fuerzas del orden rusas de actuar «desproporcionadamente, fuera de la ley y, en muchos casos, sin fundamento». Del mismo modo, admitían que hay daguestaníes cuyo comportamiento es «inaceptable», pero tales casos no pueden servir de pretexto para demonizar a todos los demás. Mucho menos para emprenderla contra aquellos que tienen otro color de piel o cultura diferente.
Una mayoría de rusos ven con malos ojos a los inmigrantes y defienden leyes que endurezcan los requisitos para permitir su entrada en el país. Los moscovitas, que el próximo 8 de septiembre deberán elegir a su alcalde, son especialmente sensibles a la cada vez mayor presencia de personas procedentes del Cáucaso y Asia Central.