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FÚTBOL | Primera División

Isco salva a un Madrid con vicios pasados

Un gol del jugador de Benalmádena en el minuto 86 da los tres primeros puntos a los blancos ante un buen Betis

LUISMI CÁMARA
MADRIDActualizado:

No era lo esperado. El nuevo Real Madrid se estrenó en la Liga 2013-2014 con una victoria ante el Betis que recordó mucho a las de tiempos pasados por las malas sensaciones que transmitió pese a los tres puntos logrados. Todo estaba a favor. El ambiente no podía ser más positivo. Los blancos llevaban 31 partidos ligueros sin perder en el Santiago Bernabéu, exactamente desde el 10 de diciembre de 2011, cuando cedió ante el Barcelona de Pep Guardiola por 1-3. Además, Ancelotti no había caído en su estreno con los seis equipos anteriores a los que había dirigido. Y los verdiblancos no ganaban en el campo de los merengues desde 1998 y Pepe Mel se presentaba sin su máximo goleador, Rubén Castro, lo que recortaba aún más las opciones de los andaluces. El 2-1 final permite seguir alimentando estas estadísticas, pero el técnico italiano se marchó preocupado por lo visto sobre el terreno de juego.

Pero el partido tenía el morbo inicial de conocer por quién se decidiría el entrenador transalpino para ocupar la portería. Aunque parecía que los «pequeños detalles difíciles de explicar» que Ancelotti decía que iban a decantar su dictamen se inclinaban del lado de Casillas -al que el coliseo merengue no ve jugar desde el lejano enero-, finalmente fue Diego López el encargado de defender el arco local. No estuvo precisamente brillante el lucense. Con todas las miradas sobre él, estuvo impreciso y con algunas decisiones poco acertadas -como una salida en falso al borde del área que casi aprovecha Jorge Molina-, pese a que comenzó con una buena parada a un remate de cabeza del delantero bético.

No estuvo, sin embargo, peor que el resto del equipo. La línea defensiva y el medio campo no se entendían, sin conexión hacia adelante y rotos hacia atrás, y los delanteros caían constantemente en fuera de juego. El control del balón, la presión desde arriba y la ofensiva total, con el contraataque como un arma más que tanto había pregonado Ancelotti, se transformaron en desorden, juego errático y escasas ocasiones.

El rival, mientras tanto, decidió dejar los miedos en el vestuario y salir a mostrar una versión mejorada si cabe de la que ofreció el año pasado. Precisamente dos de sus novedades destacaron sobremanera. Verdú dirigió con maestría a sus compañeros, con rápidas transiciones que sorprendían una y otra vez a los blancos. Cedrick (el jugador con una cláusula de rescisión en el Numancia de 1,20 euros) se convirtió en una pesadilla allá por donde entraba. El veloz extremo congoleño se alió con Molina para asaltar el Bernabéu. Con un cambio brutal de ritmo rompió a Sergio Ramos y cedió a su ariete para que solo tuviera que meter la puntera y adelantar al Betis en el marcador en el minuto catorce. Pudieron marcar un segundo gol los de Mel, pero fue el Madrid el que por fin consiguió hilar una buena jugada colectiva que dio con el balón en los pies de Benzema, que cruzó con maestría. El francés tiene estos ramalazos de talento que le deberían hacer indiscutible, pero los combina con otros arranques de desidia que hacen que sus aficionados no sepan si odiarle o amarle. Este domingo fue pitado al ser sustituido por Morata

Nosa pudo volver a adelantar al conjunto visitante, pero su cabezazo tras un nuevo error defensivo madridista golpeó con violencia en el larguero.

Quiero y no puedo

La segunda mitad fue un constante quiero y no puedo blanco. La pegada que se le supone a Cristiano y compañía no se hizo efectiva pese a los constantes intentos, sobre todo del astro portugués. CR7 probó de todas las maneras posibles, pero entre Andersen, el larguero y el poste, el luso siguió un año más sin batir al cuadro heliopolitano en el Bernabéu.

Pero el Real Madrid se ha traído de Málaga este año a una joya que no tiene que ser constante para desequilibrar y brillar. Un pase genial o una aparición estelar le bastan para enamorar a su nueva hinchada. Isco es puro genio. El Curro Romero de Benalmádena apareció para rematar de forma inusual en él pero con habilidad un centro medido del incisivo Marcelo. Ese certero testarazo dio los tres primeros puntos a un Madrid soso, con las mismas buenas intenciones de remontar de antaño cuando las cosas se ponen mal, pero también con la misma ansiedad, falta de poso en el juego y vicios pasados que les llevó a entregar la Liga antes de tiempo. Como dijo Ancelotti en la rueda de prensa previa, «los problemas llegarán en cuanto empiecen los partidos oficiales». Pues, de momento, ya tiene algunos que resolver cuanto antes.