Laura Furci, a la reconquista de Cádiz

Aún le duele la experiencia del reencuentro. Nada más pisar tierra gaditana, Laura Furci salió corriendo a la Caleta a contemplar la puesta de sol y disponerse a escuchar las emociones que despertaba la vuelta. La compositora y cantante italiana regresó el martes por la tarde al que fue su hogar durante seis años para ofrecer, hoy en el Castillo de Santa Catalina, un concierto casi en exclusiva. Esta noche, por primera vez, se podrá tocar el que es su tercer disco, aunque, según ella misma define, su primera producción «grande». 'Think con la tua cabeza' es un trabajo escrito en tres idiomas e ideado en los múltiples lugares en los que esta artista nómada ha sembrado raíces. En el último año ha repartido su tiempo en Nueva York -donde ha grabado el álbum-, Berlín e Italia. De su «búsqueda interior» han resultado 14 temas, dos de ellos compuestos en colaboración con la persona que la 'descubrió' hace años mientras actuaba en un bar de la Viña, el escritor y director del Centro Andaluz de las Letras Juan José Téllez. Una de esas canciones, 'Milagrosa', tiene otro aliciente gaditano, el «cantecito» que se marca el saxofonista isleño Antonio Lizana, convocado por la propia Furci en una de las estancias estadounidenses del músico. También forman parte de la nómina de músicos de este trabajo el bajista Ugonnna Okegwo, el batería Colin Stranahan y Michael League como coproductor artístico.

De formación clásica, la joven pianista italiana se niega a definir su música. «No puedo decir que sea jazz, o música clásica o pop, pero, claro, todo estos elementos están, pero tampoco es fusión», explica. Y utiliza una metáfora culinaria para apoyar su teoría. «Si ponemos varios ingredientes de una receta en una olla y lo cocino, lo que sale al final no tiene nada que ver con los ingredientes primeros. Dentro de mí llevo el lenguaje de la música que he aprendido y conocido, pero yo lo formulo de otra manera». Su piano y su voz son instrumentos por los que canaliza unas emociones en continua intensificación. La música que resulta lleva la carga poética de esos sentimientos y las letras son explicaciones desnudas de sus pensamientos. «Por eso uso mayoritariamente el inglés, porque es más simple y directo», subraya Furci, una intérprete precoz (premio Citta del Parnaso con 15 años) habitual de los circuitos de jazz neoyorquinos, berlineses, españoles y, por supuesto, italianos.

Grabó su primer trabajo ( 'Out of my comfort zone') en la ciudad de los rascacielos junto a David Binney, el pianista Joh Escreet o el contrabajista Ugonna Okewo y hace apenas un año vivió uno de los momentos más especiales de su carrera al hacer un dueto en el Festival de Grado (Italia) junto al jazzman estadounidense Al Jarreau, un mito de la historia del género. Con su primer «gran» trabajo recién salido del horno -esta noche se podrá comprar en el concierto y también a través de la página web de Laura Furci-, la italiana se encuentra en uno de esos momentos de «vivir la pregunta», un concepto de Rilke que ella ha sumido como filosofía. «Hay que vivir la pregunta y luego llegan las respuestas». Aún no ha venido la solución sobre su próximo destino, aunque confiesa que pocos rincones le han atrapado tanto como Cádiz. Esta noche se reencuentra con su público, con sus amigos, en un concierto íntimo de piano y voz con el que está convencida hará sentir a los demás las emociones que ha vivido en su ausencia.