El PP calla tras los 'paseíllos' y el PSOE lanza otra ofensiva para que dimita el presidente
Los socialistas anuncian acciones judiciales y políticas para obligar al líder popular a aclarar por qué ocultó su «pacto secreto» con Bárcenas
MADRID.Actualizado:La dirección nacional del PP ha optado por el silencio en la semana en que su número dos, Dolores de Cospedal, y dos de sus referentes históricos, Francisco Álvarez-Cascos y Javier Arenas, han realizado el 'paseíllo' ante la Audiencia Nacional, para declarar como testigos en el 'caso Bárcenas', pese a tratarse de una escalada en el escándalo desatado en las filas populares y del Ejecutivo por las revelaciones y acusaciones de financiación ilegal del extesorero.
Ni una valoración oficial sobre el paso por los juzgados y las declaraciones. Solo filtraciones periodísticas o declaraciones aisladas de diputados, como Leopoldo Barrera, que quitan toda trascendencia a los interrogatorios judiciales y se limitan a resaltar que los testimonios -según su criterio- demuestran la falsedad de los manuscritos del extesorero, la inexistencia de contabilidad B, de financiación ilegal y de sobresueldos en negro. Testimonios que, insisten, terminan con «las insidias» lanzadas por Luis Bárcenas contra su antiguo partido con la ayuda y amplificación de la oposición política.
A falta todavía de dos semanas para la reanudación oficial del curso político, los populares no parecen interesados en mantener viva la polémica más de lo indispensable y, mucho menos, en entrar a valorar reuniones y pactos entre Mariano Rajoy, Arenas y Bárcenas, manifestaciones de secretarios generales que dicen desconocer los procesos de donaciones, o supuestos pagos de gratificaciones a gerentes del PP en billetes de 500 euros, aspectos espinosos que también salieron a relucir en las declaraciones ante el juez Pablo Ruz. Nadie sabe tampoco qué otras revelaciones puede tener el extesorero en cartera y la prudencia en las manifestaciones públicas parece ser el criterio mayoritario.
Sin descanso
El interés popular por dejar languidecer el asunto cuanto antes choca con las intenciones de los principales partidos de la oposición, que ya han dejado claro que no van a esperar hasta septiembre para mantener el 'caso Bárcenas' en el centro del debate político.
El PSOE anunció ayer la puesta en marcha de una nueva ofensiva política y jurídica, que detallará pasado el puente, y que tiene un doble objetivo. En primer lugar, lograr por todos los medios una nueva e inmediata comparecencia de Rajoy para que explique por qué «ocultó» el 1 de agosto al Parlamento que en 2010 había sellado un pacto con Bárcenas por el que cobró nóminas de 18.000 euros al mes hasta el final de 2012 sin trabajar para el partido y siguió manteniendo despacho y acceso libre a la sede de la madrileña calle Génova. En segundo, reclamar -«si cabe con más fuerza que antes»- la dimisión del presidente del Gobierno, al que considera ya «en el epicentro» de todo el escándalo de corrupción y en una situación «insostenible».
La batería de medidas, en la el PSOE «no se descarta ninguna», incluida la moción de censura, prevé la exigencia de una comisión de investigación parlamentaria y peticiones a Ruz entre las que se baraja la solicitud de declaración judicial del presidente del Gobierno.