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Brasil aplaza, «al menos un año», la adjudicación de su AVE

El aplazamiento viene bien a Fomento tras el accidente de Santiago y las divergencias entre los grandes fabricantes nacionales Talgo y CAF

J. A. BRAVO
MADRID.Actualizado:

El Gobierno federal brasileño decidió ayer aplazar, «por lo menos un año», la licitación del macroconcurso para la puesta en marcha del AVE de Brasil, el 'tren bala» (como lo llaman allí) que en una nueva línea ferroviaria de 511 kilómetros unirá Río de Janeiro, Sao Paulo y Campinas. El coste del proyecto se estima en 13.000 millones de euros, aunque los expertos creen que finalmente haya desviaciones al alza como suele ser habitual en una obra de tal magnitud. Y es que casi 200 kilómetros del trazado tendrán que realizarse en túneles, puentes y viaductos, lo que eleva la dificultad y los costes añadidos.

El plazo para presentar ofertas a la primera fase del proyecto se iba a cerrar el próximo viernes, pero desde la Empresa de Planeamiento y Logística de Brasil se ha pospuesto hasta 2014 ante la complejidad de la obra y una vez consultados todos los países interesados y que pensaban presentar consorcios, entre ellos España y Alemania. El concurso inicial que se ha aplazado, por el que se establecía la 'superestructura' de la línea y la explotación del servicio durante 40 años, tenía una dotación de 2.450 millones de euros.

Es el primer tren de alta velocidad que iba a entrar en funcionamiento en América Latina. Su inauguración estaba prevista para el verano de 2018, aunque la infraestructura debería estar lista y entregada a la Agencia Nacional de Transportes Terrestres de Brasil a principios de ese año.

Desde España, la intención inicial del Gobierno de presentar una única oferta que aunara a empresas públicas (Renfe, Adif e Ineco) con privadas (ACS-Cobra, Indra, Abengoa y Bombardier, entre otras), y que tan buen resultado le dio con el AVE a La Meca -el mayor logrado en el exterior por compañías españolas, con una dotación de casi 6.740 millones de euros- se vio frustrada. Las divergencias entre Talgo y CAF, ante la intención de la primera de que solo hubiera un fabricante en el grupo, habían hecho que la compañía guipuzcoana optara por buscarse nuevos aliados aprovechando que ya cuenta con una planta en el estado brasileño de Sao Paulo, desde donde se ha hecho con varios contratos de suministro a nivel local.

El Ministerio de Fomento, en esta tesitura, se había planteado apoyar finalmente dos consorcios (uno con Talgo y otro CAF), en los cuales habría la misma representación de empresas públicas. En el departamento de Ana Pastor valoraban que esta sería una forma de salvaguardarse de la imagen negativa causada por el accidente de Santiago, pues el tren fue fabricado por Talgo y la seguridad de la vía diseñada por sus socios.