Omagh revive los fantasmas del atentado
Los familiares de las víctimas piden que se reabra la investigación en el decimoquinto aniversario del ataque terrorista
LONDRES.Actualizado:Michael Gallagher perdió a su hijo Aiden en el atentado de Omagh y, desde ese fatídico 15 de agosto de 1998, jamás ha descansado tranquilo. Con el grupo de apoyo que fundó con otros familiares, The Omagh Support and Self Help Group, batalla día tras día por destapar la verdad en la cadena de movimientos previos al estallido de la bomba con 250 kilogramos de explosivos que se encontraba en la maleta de un automóvil aparcado en la calle comercial de la ciudad norirlandesa. En la matanza murieron 29 personas, incluidos dos españoles: el niño Fernando Blasco Baselga y la profesora Rocío Abad Ramos.
Once escolares españoles que viajaron a Irlanda con ambas víctimas mortales se sumaron a los 250 heridos en el atentado del llamado IRA Auténtico, integrado por activistas republicanos opuestos al proceso de paz. Fue un acto terrorista sin parangón en la violenta historia de Irlanda del Norte, una inmensa tragedia que ensombreció las expectativas de futuro suscitadas por el Acuerdo de Viernes Santo que suscribieron los principales partidos políticos trece semanas antes. «Los autores y responsables del atentado aún siguen en la calle», denuncia Gallagher.
Tras una serie de investigaciones infructuosas, las autoridades de Reino Unido e Irlanda han dado carpetazo al asunto. Pero el grupo de víctimas se niega a cerrar el caso y ha renovado su campaña de presión en vísperas del 15 aniversario del asesinato de sus familiares. Recordarán a los fallecidos en un servicio religioso, en el jardín de la paz levantado en su memoria en Omagh, que incluirá la lectura de un salmo en castellano.
La cruzada que han emprendido en la búsqueda de la justicia enfrenta ahora al grupo con las altas esferas políticas. Un informe que encargaron a una firma de abogados de Londres acusa a las agencias de Inteligencia de EE UU y Reino Unido -FBI y MI5- y a la brigada antiterrorista de Irlanda de ocultar a la Policía del Ulster información relevante sobre la planificación del atentado. «La tragedia pudo prevenirse», asegura Gallagher en conversación telefónica.
Un largo camino
El grupo ha remitido a los Gobiernos de Londres, Dublín y Madrid este último estudio que, según su portavoz en Omagh, basa sus conclusiones en nuevos datos sobre dos infiltrados en el IRA Auténtico que actuaban para sendas agencias estatales. «La información sobre la bomba no se compartió con detectives del Ulster para no levantar sospechas sobre ambos agentes», explica. Con el aval de los nuevos datos, el Omagh Group exige una investigación pública coordinada a ambos lados de la frontera irlandesa. Y amenaza con recurrir a los tribunales si los gobiernos británico e irlandés se niegan a ponerla en marcha. «Hemos viajado por un camino muy largo y no vamos a desaparecer», dice en referencia a su enconada batalla por garantizar justicia para su hijo y resto de víctimas. «Ahora sabemos cuáles son los puntos críticos y no vamos a desviarnos de nuestro objetivo. Nos sentimos más fuertes que nunca», advierte.
El decimoquinto aniversario de la matanza podría servir de aliciente para abrir la investigación transfronteriza que Gallagher reclama desde 2002. «No pueden prolongar más el dolor de las familias. Si nos niegan la investigación, presentaremos las pruebas ante un Tribunal de Justicia y dejaremos que el juez decida». De momento, tanto Londres como Dublín y Madrid guardan silencio.
«Es frustrante que a la gente apropiada no le interese nuestro informe», dice en referencia al responsable del departamento del Ministerio del Interior en Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, a quien envió meses atrás el mencionado estudio.
personas murieron, entre ellas los españoles Rocío Abad (23 años) y el niño Fernando Blasco (12), y 220 resultaron heridas en el atentado, el más sanguinario en la historia del conflicto de Irlanda del Norte.