Economia

Cuenta atrás para el millonario AVE a Brasil

Fomento podría apoyar finalmente la oferta de dos consorcios españoles distintos, debido a las divergencias entre los fabricantes CAF y Talgo

MADRID. Actualizado: Guardar
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El próximo viernes se cierra el plazo oficial para presentar ofertas en el macroconcurso para la puesta en marcha del AVE de Brasil, el 'trem bala' (como lo llaman allí), que en una nueva línea ferroviaria de 511 kilómetros unirá tres de las 10 ciudades más pobladas del país: Río de Janeiro, Sao Paulo y Campinas. El coste total del proyecto se estima en 13.000 millones de euros.

No obstante, la primera fase -ahora en liza y que se adjudicará el 23 de septiembre (pendiente solo de la aprobación por el Gobierno federal)- conlleva establecer lo que sería la 'superestructura' de la línea (fundamentalmente, sistemas de electrificación, señalización, seguridad y telecomunicaciones) y explotar el servicio ferroviario durante 40 años. El concurso tiene una dotación de 2.450 millones de euros y aspiran a él las principales multinacionales.

En el caso español, la intención inicial del Gobierno de presentar una única oferta que aunara a empresas públicas (Renfe, Adif e Ineco) con privadas (ACS-Cobra, Indra, Abengoa y Bombardier, entre otras), y que tan buen resultado les dio con el AVE a La Meca, se ha visto frustrada. Las divergencias entre Talgo y CAF, ante la intención de la primera de que solo hubiera un fabricante en el grupo, han hecho que la compañía guipuzcoana optara por buscarse nuevos aliados aprovechando, además, que ya cuenta con una planta en el estado brasileño de Sao Paulo, desde donde se ha hecho con varios contratos de suministro a nivel local.

El Ministerio de Fomento, en esta tesitura, se plantea apoyar finalmente dos consorcios (uno con Talgo y otro CAF), en los cuales habría la misma representación de empresas públicas. Aunque esa división podría restar fuerza frente a ofertas unitarias de otros países, en el departamento de Ana Pastor valoran que sería una forma de salvaguardarse de la imagen negativa causada por el accidente de Santiago, pues el tren fue fabricado por Talgo y la seguridad de la vía diseñada por sus socios.