Carromero y Larrañaga, dos casos mediáticos
Actualizado:Ángel Carromero, dirigente de Nuevas Generaciones del PP, fue condenado en La Habana a cuatro años por homicidio imprudente como conductor del vehículo en el que perdieron la vida los opositores Oswaldo Payá y Harold Cepero. La celeridad en la resolución de su traslado, apenas cinco meses desde su detención, motivó una interpelación parlamentaria al Gobierno, que se zafó aludiendo al convenio que mantiene con la isla caribeña. Carromero obtuvo el tercer grado penitenciario -libertad vigilada- y se reincorporó sin problemas a su cargo de asesor en el Ayuntamiento de Madrid.
Peor suerte tuvo Francisco Larrañaga, internado en Filipinas por el secuestro, violación y asesinato de dos hermanas en 1997. Pese a que muchos testigos le situaban a 500 kilómetros del lugar del crimen, Larrañaga fue sentenciado a muerte en 2004. Dos años después el escenario dio un vuelco con la derogación de la pena capital por parte del Gobierno filipino. La condena quedó conmutada a doble cadena perpetua. El convenio bilateral firmado en 2007 permitió a Larrañaga completar su condena en una cárcel española. A día de hoy, permanece recluido en el penal donostiarra de Martutene a la espera del indulto que el Consejo de Ministros solicitó a Manila a principios de julio.