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Manifestación a favor de Mursi, ayer, en las calles de El Cairo. :: ÓSCAR DEL POZO
MUNDO

Las protestas persisten en un Egipto irreconciliable

Los simpatizantes del depuesto presidente Mursi siguen en la calle mientras la violencia se intensifica en la provincias fronterizas

R. C.
EL CAIRO.Actualizado:

Un día más, el pueblo egipcio sacó sus reivindicaciones a la calle y el país dio muestra de estar lejos del equilibrio que el nuevo Gobierno pretendía recuperar tras el golpe del pasado 3 de julio. Después de la oración de mediodía los islamistas partieron de distintas mezquitas en dirección a la plaza de Rabaa al-Adawiya, en el este de El Cairo. En esa plaza y en la de Nahda, también en la capital, los partidarios de Mursi permanecen acampados pese a las amenazas de desalojo del Gobierno. Lejos de abandonar sus posiciones, los manifestantes habían comenzado a levantar muros con arena, cemento y hierro para dificultar la acción de la Policía.

Mustafa al-Jatib, portavoz de la llamada Coalición para la Defensa de la Legitimidad, que incluye a los Hermanos Musulmanes y otros grupos afines, dijo a la agencia Efe que los asistentes al rezo en Rabaa al-Adawiya fueron menos que en la víspera, si bien luego llegaron multitudinarias marchas que provocaron enormes atascos. Los partidarios de Mursi interrumpieron el tráfico en la avenida Salah Salem, que conduce al aeropuerto, y las calles que llevan al cuartel de los Servicios Secretos del Ejército, según la agencia estatal de noticias Mena. Otras marchas avanzaron hacia la sede del Ministerio de Defensa pero las tropas cerraron las avenidas que conducen al lugar y los manifestantes se desviaron hacia Rabaa al-Adawiya.

La coalición favorable a Mursi también convocó en el resto del país manifestaciones bajo el lema 'El pueblo quiere la caída del golpe', en algunas de las cuales se registraron disturbios. En la provincia de Sharqiya, en el delta del río Nilo, decenas de personas resultaron heridas en enfrentamientos con piedras. Mientras, un oficial de la Policía y tres civiles resultaron heridos en choques frente a la sede de la Dirección de la Seguridad de la ciudad de Al-Faiyum, al suroeste de El Cairo.

Ataque en el Sinaí

La Península del Sinaí es uno de los puntos más afectados por la situación de inestabilidad. El Ejército egipcio ha reforzado allí sus efectivos para combatir un aumento de ataques y atentados. Si el miércoles anunció que habían acabado con sesenta «terroristas y extremistas» en las operaciones desarrolladas durante un mes en el Sinaí, ayer se conoció la muerte de otros cinco supuestos terroristas en una explosión al sur de Rafah, localidad fronteriza entre Egipto y la franja de Gaza.

Las circunstancias del incidente no están claras, y mientras la agencia egipcia Mena apuntaba que una explosión destruyó una plataforma que estaría preparada para lanzar cohetes contra Israel, la agencia palestina Maan informaba que un aparato de la aviación militar israelí, probablemente un drone, había bombardeado una lanzadera de cohetes en la zona fronteriza del sur de la franja de Gaza y Egipto, «donde se registró una explosión».

La tensión en Egipto hace temer una escalada de violencia en la región y explica los llamamientos a la paz que ayer realizaron los presidentes de Turquía e Irán. Desde las páginas del 'Financial Times', Abdulá Gül pidió al Gobierno provisional egipcio una vuelta inmediata a la democracia, y destacó la importancia de que todas las partes puedan participar en el proceso político. «El pueblo casi se ha dividido en dos grupos, cada uno de los cuales se está volviendo peligrosamente contra el otro», por lo que «esta situación es preocupante e insostenible», añadió el presidente turco en su artículo. El guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, llegó a alertar del riesgo de una guerra civil en un discurso difundido en la televisión estatal.