El Cartero, diez años de música

La música en directo bebe de un oasis en el sur del sur. En las playas vírgenes de El Palmar y todo el año. En el paraíso gaditano se celebra desde hace una década un concierto semanal como mínimo. Lo organiza El Cortijo El Cartero, mucho más que un chiringuito. En sus diez años de existencia, el local, con su programación, ha conseguido erigirse en una referencia nacional de la música negra. El Cartero suena a rock & roll y se llena con cada actuación que organiza con público procedente de todo el país. «Hasta de Califonia nos han pedido venir», comenta el responsable de traer al local lo más variado y prestigioso de la escena internacional, el músico Txerra Groovy.

Lo más curioso de la trayectoria de El Cartero es que su influencia se percibe, sobre todo, fuera de la temporada de verano. En otoño y en invierno el local funciona como un club social en el que amigos y amantes de la música pueden disfrutar de un concierto de rock al caer el sol. Y gratuito. A pesar de la crisis económica. La única concesión que dan a otro estilo que no sea música negra es al flamenco y como exclusivas artistas, las chiclaneras Las Mónicas.

Como diez años sí son muchos, y más en tiempos en los que el directo en pequeños auditorios se ha convertido en casi una excepción, El Cartero celebra su aniversario con lo mejor que sabe hacer -ha experimentado también con cocina y teatro-, los conciertos. Inauguraron el verano con Mr. Groovy and The Blue Heads y cada fin de semana vuelven las dobles raciones. Hoy llega Cromática Pistona, una banda madrileña concebida como orquesta popular de swing-jazz, con un toque humorístico y vocación festiva. Mañana Yahlé, y ya la semana que viene Natural Wonder con su tributo a Stevie Wonder (16 de agosto) y Mighty Calacas (el 17), un toalache mexicano formado por cuatro músicos que mezclan la cumbia, música se su país y pinceladas latinas de lo más bailable. El 24 de agosto, llegará a El Palmar el sexteto de latin-jazz Tumbando a Monk y así, concierto tras concierto, se alcanza octubre. En El Cartero celebran el otoño con una fiesta de bienvenida en la que se dará una nueva oportunidad a las bandas locales más fieles de este local-club en la que, pase lo que pase, la música empieza al caer el sol y no hay semana en la que deje de sonar.