El ciclista que corrió un encierro
Álvaro Domínguez podría recibir una multa de hasta 600 euros por ponerse delante de los toros en bicicleta en Estella
PAMPLONA.Actualizado:Si algo ha caracterizado a lo largo de la historia los encierros de Estella ha sido la presencia de mujeres entre los corredores. De hecho, en los años 50 y 60 era prácticamente igual el número de hombres que de mujeres.
Exceptuando esta peculiaridad, lo cierto es que los encierros de esta localidad navarra, una de las principales de la Comunidad Foral, se utilizan habitualmente para disfrutar de verdad de los astados. Estas poblaciones no viven los agobios de los encierros de San Fermín de Pamplona y se puede correr cómodamente delante de las vaquillas. Porque en Estella los encierros no son de toros, sino de vaquillas. Solo desde 2010 se introdujeron novillos.
Pero en el encierro del pasado martes, la tranquilidad y comodidad se vio bruscamente interrumpida por la presencia de un ciclista. El joven Álvaro Domínguez irrumpió en el recorrido con su bicicleta y recorrió casi la mitad del trayecto montado sobre dos ruedas. No se sabe muy bien qué pretendía con su «hazaña». «He salido del portal antes de que sonara el cohete creyendo que me daba tiempo y luego me han pillado los novillos. Yo he salido a la calle como cualquier día», dijo Domínguez, que aseguraba a todos los que le quisieron oír (durante el encierro y después, varios mozos le insultaron y le recriminaron su actitud) que su acción fue involuntaria y que no quería correr.
No era consciente del riesgo en que puso al resto de corredores, por lo que se llevará una buena multa. Claro que todavía no se sabe con exactitud esta cuantía puesto que la normativa existente no especifica la cantidad para alguien que se cuele en el encierro con una bicicleta. ¿Quién podía pensar que alguien se iba a meter en el recorrido con semejante vehículo?
La principal normativa sobre los encierros que existe en Navarra es el Decreto Foral 249 de 1992, por el que se establece el reglamento de festejos taurinos. En él se definen claramente todas las características y normas que deben cumplir los acontecimientos taurinos en la Comunidad Foral. Noventa y nueve artículos y ocho disposiciones donde se especifica todo. Pero lo cierto es que ningún legislador había caído en la cuenta de que alguien podría entrar en el recorrido con una bicicleta.
El reglamento
En el artículo 88 de dicho Decreto Foral se dice que «no se permitirá en ningún espectáculo herir, pinchar, golpear, sujetar o tratar de cualquier otro modo cruel a las reses. Asimismo, estará prohibido citar o llamar la atención de las reses cuando ello suponga crear situaciones de riesgo». Y claro, caminar con una bicicleta durante un encierro supone una situación de peligro. No solo puede distraer al animal, sino que existe riesgo de atropellar al resto de corredores e, incluso, provocar una tragedia si el susodicho llega a caerse.
Algo parecido se puede interpretar del artículo 95 en el que se tipifica como infracción grave «citar o distraer a las reses con peligro para otras personas, salvo que se realice para evitar una cogida». Si la infracción se considera grave, la multa será de 600 euros. Si se considera leve porque no se produjo una situación de peligro, la sanción sería de 100 euros.