Una esperanza para el puerto
Actualizado: GuardarLos indicios son positivos. Distintas comunicaciones extraoficiales aseguran que la Unión Europea permitirá el apoyo financiero a las obras de la nueva terminal de contenedores del puerto de Cádiz, el mayor proyecto de expansión del corazón de la debilitada economía de la capital de la provincia. A las afirmaciones de la Autoridad Portuaria, distintas empresas privadas y miembros del PSOE se sumó ayer el Ayuntamiento de Cádiz. Su alcaldesa, como diputada nacional, ha trabajado en la sombra para desbloquear una situación que podía lastrar la ampliación portuaria y mermar sus futuras opciones de negocio. También el gobierno local se suma al prudente optimismo, a la euforia contenida o incluso al alivio, porque el frenazo en los trabajos habría sido una losa casi definitiva para el puerto gaditano.
La celebración del logro económico tiene más valor por cuanto viene a ser paliativo. Las infraestructuras gaditanas, sus sectores clave de transporte e industria sólo han recibido malas noticias en los últimos meses. La aprobación de la Zona Franca en Sevilla ha sido la puntilla de un reguero de frustraciones o presuntas amenazas que parecían confabuladas para dejar a Cádiz en la tercera línea de la economía andaluza, condenada a ejercer de comparsa y alimentarse de la migajas que dejaran caer otros polos de actividad e influencia.
La sensación de que el puerto de Cádiz crecerá, que su terminal de contenedores adquirirá nuevas dimensiones, viene a ser un respiro, una luz de esperanza para creer en el futuro de una ciudad que siempre está a vueltas con el declive y la decadencia, aterrada ante la posibilidad de perder trenes porque ya se le fueron muchos.
En este caso, todos los partidos políticos, todas las instituciones, parecen haber trabajado a favor de obra, a favor de Cádiz y una de sus pocas opciones de crecimiento.