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El presidente del Gobierno, el pasado 16 de mayo, en su última reunión con la ministra de Empleo, la patronal y los sindicatos. :: SUSANA VERA / REUTERS
Economia

Rechazo frontal al deseo de Bruselas y el FMI de bajar más los salarios

Sindicatos, patronal y Gobierno replican que en España ya hay un pacto para moderar sueldos

J. A. BRAVO
MADRID.Actualizado:

Si la Comisión Europea (CE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) perseguían que hubiera consenso en España..., lo han conseguido, aunque no precisamente el que hubieran querido. Gobierno y oposición, de un lado, junto a patronal y sindicatos, de otro, mostraron ayer su rechazo frontal a la última propuesta de ambos organismos para rebajar los salarios hasta un 10% a cambio de un compromiso formal de creación de empleo.

Su oposición es de base, aunque los calificativos dados a la idea lanzada el viernes pasado desde Washington y respaldada el martes desde Bruselas variaron en la escala de críticas en función del interlocutor. Los más duros fueron las principales centrales sindicales. Así, para el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, la propuesta resulta «descabellada» en un país donde los sueldos ya han caído un 6,3% desde 2010 -descontada la inflación- «sin haber tenido efecto positivo en el empleo». «Al contrario -dijo-, lo que sí han bajado son el consumo y la inversión», por lo que consideró que una reducción salarial extra «empobrecería aún más a los ciudadanos».

Desde CC OO fueron un paso más lejos, al sostener que la moderación retributiva «ya ha tocado suelo» en España y es hora de «todo lo contrario»: subir sueldos para que la demanda interna dinamice la economía. A su juicio, medidas como las que proponen el FMI y la CE son «contraproducentes» con una economía que aún trata de salir de la recesión, sobre todo cuando hay otras alternativas como aumentar las inversiones o facilitar el crédito.

Y si lo que los miembros de la 'troika' -además del Fondo y la Comisión, también el Banco Central Europeo pidió semanas atrás una mayor moderación salarial en España- pretendían es que se firmara un gran pacto entre los agentes sociales, estos le recordaron con un mismo mensaje que en enero de 2012 suscribieron el II Acuerdo Interconfederal para el Empleo y la Negociación Colectiva vigente hasta 2014 que, entre otros puntos, recoge un aumento salarial máximo del 0,60% para este año. Desde el Gobierno se remitieron ayer a ese compromiso que «está funcionando bien».

También desde las dos principales patronales, tanto de la gran empresa (CEOE) como de las pequeñas y medianas (CEPYME), se puso en valor la importancia de los documentos suscritos con los sindicatos, «sin parangón en ningún otro país de la 'zona euro'». Para el vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, «no es el momento oportuno» de subir más los impuestos ni de bajar salarios, sobre todo cuando las críticas «vienen desde Bruselas donde los sueldos van al alza». Lo que les preocupa a los empresarios, «y mucho» -apostilló-, es que se reduzcan los costes de financiación respecto a los otros países del euro.

La sensación de que los organismos internacionales se inmiscuyen en asuntos nacionales sin valorar las consecuencias adversas fue también generalizada entre los partidos políticos. Desde el PP, su portavoz de Economía en el Congreso, Vicente Martínez Pujalte, censuró el apoyo del vicepresidente de la CE, Olli Rehn, a la idea del FMI. «Cada uno tiene que opinar de lo suyo», dijo con cierto enfado para, a continuación, pedirle que sea más cuidadoso con sus palabras «y no sembrar la desconfianza entre los ciudadanos».

Unas recetas «nefastas»

«Le pido al comisario (Rehn) que se olvide de sus recetas, porque han sido nefastas para España», señaló en la misma línea el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. También desde la oposición distintos portavoces de CiU, IU y UPyD rechazaron al unísono que una mayor devaluación salarial sea la salida a la crisis y la fórmula para crear empleo. «Lo que el país necesita de Europa son políticas de reactivación y no de más recortes», coincidieron.

Esta vez, las propuestas de los organismos internacionales ni siquiera recibieron la comprensión del mundo académico. Para el catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull, Santiago Niño Becerra, lejos de resultar productivo el fuerte recorte retributivo apuntado desde el FMI y la CE, «sólo responde a la moda de buscar soluciones milagrosas donde no las hay», de modo que al final se crearían «cero puestos de trabajo».

«Saben de sobra que España no tiene las condiciones políticas para este tipo de medidas..., pero aún así hablan para luego poder decir que ya advirtieron ellos de la posibles consecuencias negativas» si no se les hacía caso», advirtió, por su parte, Juan Iranzo, presidente del Colegio de Economistas de Madrid. A este respecto, Rehn llegó a advertir de que «los que rechacen» su idea «cargarán con la responsabilidad».

Esta velada amenaza, unido al hecho de que el 'número dos' de la CE se refiriera a un tema tan sensible a través de su blog personal y no en una comparecencia formal, e incluso el hecho de que pusiera como ejemplo a países (Irlanda y Letonia) donde esa devaluación no ha impedido la destrucción de empleo, también le valieron numerosas críticas en España. Pese a todo, una portavoz comunitaria afirmó ayer que las palabras de Rehn «van muy en línea con el conjunto de la Comisión».