opinión

Todo queda en el recuerdo

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Triste pero real. El Trofeo Carranza ya no es lo que era y mucho tienen que cambiar las cosas para que vuelva a ser lo que fue. Así de claro quedó el pasado fin de semana.

Cada vez es más evidente que los trofeos veraniegos poco tienen que decir en la actualidad, pues ahora no despiertan el interés creado en épocas pasadas. Los tiempos cambian, la economía manda y todo ha quedado en un hermoso recuerdo. Ni Carranza, ni Teresa Herrera (aunque este año acuda el Real Madrid a La Coruña), ni Colombino, entre otros, tienen el gancho de décadas pasadas ante el poderío descomunal de las giras asiáticas y americanas, y la ‘dictadura’ de la televisión. Y es que, como diría Jorge Manrique, cualquier tiempo pasado fue mejor. Nada más.

Al fin y al cabo, que un Sevilla repleto de suplentes sea el campeón de un triangular sin gracia deja entrever la notable pérdida de protagonismo del ‘Trofeo de los Trofeos’, el mismo que hace algunos años disputaban el Real Madrid, el Barcelona o el Santos del mismísimo Pelé, por citar algunos ejemplos.

Y eso que el Mogreb Atlético Tetuán dejó una buena imagen y se dejó el alma para levantar el ánimo del alicaído Trofeo. Sin olvidar que el Cádiz sigue siendo el gran aliciente de un espectáculo que se desangra año tras año.

Sin lugar a dudas, la culpa no es de Gaucci y compañía, que se han visto inmersos en una situación que en poco o nada les beneficia. Por ello será vital que esta temporada el Cádiz suba un peldaño. A fin de cuentas, si el club gaditano asciende de categoría y aumenta su caché, más opciones existirán de revitalizar un emblema que no levanta cabeza. Eso sí, aunque eso ocurra, los tiempos cambian y también será complicado rememorar tan gratos recuerdos.