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Portal en el que vivía el pederasta durante varios años en Torrevieja. / Eliseo
COMUNIDAD VALENCIANA

La Guardia Civil tenía fichado en Torrevieja al pederasta español indultado

Galván Viña residió en la ciudad alicantina entre 1996 y 2002 y trabajó en el área de Relaciones Internacionales de la Universidad de Murcia

E. M. / A. N.
TORREVIEJA / MURCIAActualizado:

El pederasta Daniel Galván Viña, que el martes recobró la libertad tras ser indultado por el rey de Marruecos, estaba contolado por la Guardia Civil en Torrevieja, donde residió durante más de seis años mientras trabajaba en la Universidad de Murcia (UMU). Este exoficial del Ejército iraquí, que fue condenado a 30 años de prisión por abusar sexualmente de once niños de entre 3 y 15 años, aseguraba a su entorno haber sido, en otra época de su vida, profesor de Ciencias Oceánicas en la Universidad de Murcia.

Su nombre apareció en los archivos del personal de la UMU, pero no como profesor. Gracias sobre todo al dominio de varios idiomas, entre ellos el árabe, trabajó como becario en el área universitaria de Relaciones Internacionales entre el 9 de enero de 1996 y el 30 de enero de 1998, y posteriormente dispuso de un contrato de trabajo como personal de administración y servicios en esta misma área entre el 25 de febrero de 1998 y el 1 de septiembre de 2002.

Según los datos que constan en estos archivos, Galván Viña nació el 1 de julio de 1950 en Corna Basora (Irak), aunque tenía su residencia en Torrevieja, donde vivió en esa época. Estableció su vivienda en las afueras del centro urbano, en la zona de la Plaza de las Islas Canarias, muy cerca del colegio Acequión. A pesar de que contaba con el salario del centro universitario, Daniel Galván escogió un barrio deprimido de Torrevieja, en un bloque de viviendas que el Ayuntamiento había entregado hace años a familias con escasos recursos económicos y, supuestamente, más vulnerables.

La Guardia Civil tenía controlado a Daniel Galván, pero no consta ningún arresto por delitos sexuales ni de ningún otro tipo. No obstante, los agentes no le perdían la pista durante los años que residió en Torrevieja hasta que se trasladó a Marruecos, donde presumía de ser un profesor de universidad retirado.

Galván Viña se instaló hace unos ocho años en la localidad de Kenitra, al norte de Rabat. Tras ganarse la confianza del vecindario, comenzó a organizar fiestas infantiles en su hogar. La excusa perfecta para captar a sus víctimas. Fue arrestado en diciembre de 2010, después de encontrarse en su poder un cedé y dos llaves USB con fotos y vídeos pornográficos en los que aparecía abusando de niños de ambos sexos.

Fue juzgado y condenado a 30 años de cárcel y al pago de indemnizaciones de 50.000 dirhams (unos 4.400 euros) para seis de las víctimas, convirtiéndose en la pena más dura por un delito de pederastia en Marruecos. Galván forma parte de un grupo de 48 reos españoles indultados el martes por el rey Mohamed VI, una medida que, según el Gabinete Real marroquí, fue tomada durante la reciente visita del Juan Carlos I a Marruecos. Galván salió en libertad el martes de la cárcel de Kenitra despertando la indignación de la sociedad marroquí. Esta indignación llegó a su culmen con una protesta en Rabat para denunciar la liberación del pederasta, y la revocación del indulto anunciada ayer por el rey de Marruecos.

Algunos de sus compañeros recuerdan a este iraquí, de 63 años y nacionalizado en España, como una persona «totalmente normal», aunque nunca reveló muchos aspectos de su vida personal. Éstos manifestaron sentirse «muy sorprendidos» ante las noticias aparecidas en los últimos días.