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ESPAÑA

El deterioro electoral del PP sigue imparable pero aún ganaría al PSOE por 5,3 puntos

El sondeo del CIS detecta un crecimiento sostenido de Izquierda Unida y UPyD aunque sus líderes tampoco logran la aprobación ciudadana

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La hemorragia de votos que padece el PP desde el inicio de la legislatura sigue imparable, pero eso no impide que mantenga su posición como fuerza mayoritaria en España, según el último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Mariano Rajoy ganó las generales de noviembre de 2011 con un 44,62% de los votos frente a un 28,73% de su principal rival, Alfredo Pérez Rubalcaba. Apenas veinte meses después, con el país aún sacudido por ocho trimestres de recesión seguidos, un paro que supera el 27% y un escándalo de corrupción que salpica al propio jefe del Ejecutivo, el partido del Gobierno ha perdido doce puntos. Pero los socialistas no logran ser vistos como alternativa.

De haberse celebrado elecciones en julio, el PSOE apenas habría alcanzado el 27,2% de los votos, un punto y medio por debajo del porcentaje logrado en las últimas elecciones, que ya fue el peor de su historia desde el inicio de la democracia. La brecha que le separa del PP se habría acortado desde los 16 puntos a los 5,3, pero no por mérito propio sino porque el desgaste de los populares tiene mayor recorrido. Lo cierto es que la desconfianza manifestada por los ciudadanos en las dos formaciones que, de forma alternativa, han llevado las riendas del país en los últimos 35 años se mantiene en niveles de alerta roja: el 85% de los ciudadanos dice tener poca o ninguna confianza en Rajoy (entre sus propios votantes el porcentaje apenas supera el 60,5%) y Rubalcaba no convence al 89,5% (incluso el 74% de los suyos lo mira con recelo).

Muchos ciudadanos parecen haber vuelto los ojos, así, hacia formaciones que, hasta ahora, han tenido menor poder y responsabilidad institucional. En un hipotético escenario electoral, Izquierda Unida y Unión Progreso y Democracia casi podrían doblar los resultados de hace algo más de año y medio. El CIS atribuye un 11,5% de los votos a la coalición de Cayo Lara, que rozó pero no alcanzó el 7% en los pasados comicios. Y el partido de Rosa Díez pasaría del 4,69% al 8,8% de los votos. Ahora bien, ni ese crecimiento es suficientemente intenso como para desbancar a PP y PSOE, ni tampoco los ciudadanos demuestran una fe sólida en los dos líderes de nuevo cuño. Puntúan a Díez con un 4,12 y a Lara un 3,59. Mejor que el 2,45 de Rajoy o el 3,14 de Rubalcaba, pero suspenso al fin.

Menos fidelidad

Son notas que casan con el descrédito de la política y de quienes la ejercen; algo que los sondeos del CIS llevan poniendo de manifiesto ya varios años. Un 31% de los ciudadanos los sitúan como uno de los tres principales problemas del país, algo menos de los que apuntan a la corrupción (37,4%) y a distancia, eso sí, del paro (80,9%). La situación ha dejado la fidelidad de voto del PP, durante años rocosa, en apenas el 44,1% y la del PSOE en el 45,4%. Ambas siguen su tendencia, lenta pero constante, a la baja, sobre todo en el caso del partido gubernamental).

En lo que va de 2013, aun sí, el desgaste del PP ha sido moderado si se compara con el mismo periodo del año pasado. En suma ha perdido 2,5 puntos, frente a los seis que se dejó en el primer semestre de 2012. Habría que tener en cuenta que el barómetro del CIS no ha llegado a tiempo de testar el ánimo de los ciudadanos después de que la vida política española entrara en convulsión con la publicación de los mensajes que, hasta el pasado enero, se cruzaron Mariano Rajoy y Luis Bárcenas, de que saliera a la luz la primera prueba física de la existencia de los 'papeles' con la supuesta contabilidad b del PP o de que Rajoy compareciera, tras semanas de resistencia, para ofrecer su versión del caso. Los trabajos de campo se realizaron entre el 1 y el 10 de julio, y entonces la tensión entre Ejecutivo y oposición era mucho menor. El extesorero popular ya había entrado en prisión (lo hizo el 28 de junio), pero aún estaba reciente la firma del pacto en política europea escenificado por Rajoy y Rubalcaba.

Las cifras indican, por otro lado, que el mensaje del Gobierno sobre el inicio de la recuperación económica ha logrado hacer algo de mella. En julio, casi dos de cada tres españoles se mostraban convencidos de que el año que viene la situación económica será mejor que este. Es el valor más alto desde que el PP llegó a la Moncloa. Con todo, siguen siendo más quienes afirman que, en el mejor de los casos, seguiremos igual (37,4%) o incluso empeoraremos (33,6). Y el porcentaje de quienes creen probable o muy probable que puedan perder el empleo en los próximos doce meses llega al 22,6%, más alto que en abril (21,5%).