La Casa Blanca ve en peligro la cita de Obama y Putin en Moscú
NUEVA YORK.Actualizado:La concesión de asilo a Edward Snowden suscitó ayer una cascada de críticas en Washington contra el Gobierno de Putin. La Casa Blanca se ahorra de momento las represalias pero se muestra «extremadamente decepcionada» por una medida que enfría aún más las complicadas relaciones bilaterales. Como primera advertencia, el portavoz presidencial, Jay Carney, aseguró que Administración estadounidense evalúa «la utilidad» de la cumbre bilateral que Barack Obama tenía previsto mantener con Putin en Moscú en septiembre, en paralelo a la reunión del G-20.
Carney dejó patente que Washington mantendrá toda la presión para lograr la devolución del ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional. En medio de su retahíla de reproches, el portavoz recordó el único momento dulce que han compartido ambos gobiernos últimamente. La decisión de Moscú «socava un largo historial de cooperación policial, demostrada tras los atentados contra el maratón de Boston», dijo.
Con mucha más dureza y un discurso más propio de la Guerra Fría, el senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham, señaló que Washington debería considerar esta acción como «un punto de inflexión en nuestras relaciones con Rusia». Se trata de «una provocación» y «una clara falta de respeto al presidente Obama», sostuvo. El senador conservador John McCain habló de una «bofetada en la cara de todos los estadounidenses» por parte de las autoridades rusas.