Ningún grupo cree al presidente y todos salvo CiU le animan a irse
Los partidos minoritarios coinciden en que las equivocaciones políticas de calado tienen que tener consecuencias de tamaño equivalente
MADRID.Actualizado:Mariano Rajoy no encontró ayer la comprensión de nadie en el Congreso. Los partidos minoritarios, salvo CiU, coincidieron en asegurar que el presidente del Ejecutivo llevaba años mintiendo sobre la trama 'Gürtel' y el escándalo desatado por Luis Bárcenas y tampoco creyeron sus justificaciones del día. Todos, con más o menos contundencia, se mostraron convencidos de la existencia de una contabilidad B en el PP durante muchos años y del más que posible cobro de sobresueldos en negro por parte de los principales dirigentes del partido. Unos le pidieron al presidente que se marchase y otros, como IU y los portavoces del Grupo Mixto, que convoque de inmediato elecciones anticipadas .
Los nacionalistas catalanes, pese a no pedir su dimisión, estuvieron muy lejos de apoyarle. Simplemente le dieron el margen de la presunción de inocencia porque, según Josep Antoni Duran Lleida, «no tengo elementos de juicio suficientes para saber si miente o no». El portavoz convergente, además, reconoció que tampoco pide su cese porque cree que a la economía española no le conviene en este momento la inestabilidad.
El grupo con las intervenciones más duras fue la Izquierda Plural. Cayo Lara, que inauguró su discurso con un «no le creemos nada», afeó a Rajoy que compitiese «dopado» con las donaciones de constructores en todas las elecciones, quiso saber «por qué da ánimos a un delincuente», y también le preguntó que «si 48 millones -los que se llevó el extesorero a Suiza- son la sisa, ¿cuánto es el principal» que entregaron los contratistas públicos en negro.
Joan Coscubiella, su socio de Iniciativa por Cataluña, levantó las iras de la bancada popular al asegurar que «este país no se merece un presidente corrupto» y Chesus Yuste, el portavoz de la Chunta Aragonesista, no se privó de lanzarle una andanada de la propia medicina popular al dedicarle el mantra parlamentario de José María Aznar: «Paro, despilfarro y corrupción. Su tiempo se ha acabado, váyase, señor Rajoy».
Rosa Díez, que fue ninguneada por Rajoy y parte de la bancada popular, que no atendieron a prácticamente a pasaje alguno de su intervención, consideró «vergonzoso» su discurso y el hecho de que no le aclarase ninguna de las preguntas sobre el escándalo que le había planteado. «Contesta a los SMS de Bárcenas y no lo hace con una sola pregunta de UPyD. Eso le define», le reprochó.
«No ha dicho la verdad -añadió Díez- y tiene que asumir responsabilidades. Los errores políticos graves deben tener como mínimo consecuencias del mismo tamaño».
Prácticamente idéntica reclamación le hizo a Rajoy el portavoz del PNV, Aitor Esteban. Después de dejarle claro que sus argumentos no le parecían muy creíbles, «porque yo no mando mensajes a delincuentes», le advirtió de que «no vale con me he equivocado; en política las equivocaciones tienen que tener consecuencias».
Broma soberanista
En el Grupo Mixto, varios de los portavoces prefirieron atacar al presidente desde la ironía. Alfred Bosch, de ERC, le preguntó cuándo pensaba contestar a la carta en la que Artur Mas le pide una consulta soberanista pactada. «No nos diga que usted no sabe abrir sobres, que no nos lo creemos», añadió. Joan Baldoví, de Compromis, jugó al 007. Se burló de que Rajoy no nombrase hasta ayer al extesorero y le animó a repetir con él: «Bárcenas, Luis Bárcenas».