Las 'guerreras' son campeonas
Las españolas ganaron con autoridad la final del Mundial
BARCELONA Actualizado: GuardarLa selección española femenina de waterpolo escribió este viernes la página más brillante de su historia. Un año después de rozar la gloria, con la plata olímpica en Londres, las chicas de Miki Oca, las guerreras de la piscina, se proclamaron campeonas del mundo, tras derrotar a Australia por 8 a 6, en una final que dominaron de principio a fin. España se adelantó en el primer cuarto y Australia no fue capaz de igualar el choque en ningún tramo del encuentro. Las distancias de uno, dos o tres goles fueron suficiente colchón para las españolas, que ganaron con más facilidad de la esperada.
Fue una gesta con mayúsculas protagonizada por un grupo de jugadoras que sobre todo creyeron en lo que hacían y fueron superiores desde el punto de vista mental. La victoria sobre el equipo oceánico fue posible por el trabajo defensivo del equipo español y por el mayor acierto en las jugadas en superioridad. Esta es siempre una de las claves del waterpolo y España logró 6 tantos de 11 opciones con una jugadora más, mientras que Australia sólo aprovechó 4 de 12. La portera española, Laura Ester, elegida mejora arquera del campeonato, estuvo simplemente sensacional. Hizo 11 paradas de 17 lanzamientos y se mostró en todo momento como un muro infranqueable. De alguna manera, veintiún años después, el espíritu del gran Jesús Rollán sobrevoló la piscina Bernat Picornell, donde España cayó ante Italia en la final más cruel de la historia olímpica, y tocó con una varita a la portera del CN Sabadell, que lideró a las españolas hacia la gloria. A falta de 3 minutos, con 8-5 y las australianas intentando meter presión, paró un penalti y dejó la final vista para sentencia
A las australianas se les vio más nerviosas y en ninguno momento supieron cómo romper el muro español. La chicas de Miki Oca, en cambio, incluso parecía que estuvieran disfrutando con el partido. Estaban concentradas, pero tranquilas, con la experiencia que da haber jugado grandes citas en el pasado. Y es que, a Londres llegaron como el equipo tapado, que apunta maneras, pero que le falta la experiencia. Jugaron la final y dejaron la sensación de que no eran flor de un día. Perder el oro olímpico curte, porque para ganar una final es necesario haber caído en alguna otra con anterioridad. Así, España afrontaba el partido ante las australianas con cuajo y con la moral muy fuerte. Ganar a EEUU y a Hungría, en las fases anteriores, las armó psicológicamente y de alguna manera las guerreras se sentían imbatibles. Entre ellas Jenifer Pareja. La atacante de Olot y del CN Sant Andreu fue elegida balón de oro del torneo, la mejor jugadora del mundo. Un reconocimiento muy merecido. En la final hizo dos goles y lideró la vanguardia del equipo español. Al final del partido, no se lo podía ni creer. «Lo que hemos hecho es muy grande», afirmó entre lágrimas. «Es increíble», añadió. Y resumió cuál es la filosofía que ha inculcado Miki Oca a sus chicas y que las ha hecho únicas y además ganadoras: «En este equipo juega gente que se deja la vida en cada partido». «Hemos escrito una página de la historia», remató.