Bruselas critica las camionetas británicas con anuncios contra los 'sin papeles'
La Comisión tacha de «ofensiva» una campaña de Londres que insta a los 'ilegales' a volver a casa o enfrentarse a una detención
Actualizado:La Comisión Europea cargó ayer contra la descarnada campaña puesta en marcha por Reino Unido para combatir la inmigración ilegal. Bruselas, que acumula varios roces con el Gobierno de David Cameron, tachó de «ofensiva» la decisión de hacer circular varias camionetas publicitarias pidiendo a los 'sin papeles' que abandonen el país o se atengan a las consecuencias. 'Vete a casa o enfréntate a un arresto', advierten los paneles instalados en los vehículos. La cuestión migratoria se ha convertido en uno de los asuntos estrella de la política británica por el auge del UKIP, una formación que amenaza con erosionar las perspectivas electorales de Cameron con su apuesta por la mano dura contra los 'ilegales'.
La comisaria de Interior, Cecilia Malmström, admitió que no se sentía sorprendida por las últimas medidas adoptadas por Reino Unido. En un comentario en su cuenta de Twitter, la responsable sueca calificó la idea de las camionetas de «alarmante y ofensiva», dos apelativos que también han utilizado distintas voces británicas. A finales de mayo, Bruselas anunció que llevaría a Londres ante los tribunales por negar distintas ayudas sociales a ciudadanos europeos afincados en el país. Pese a la demanda comunitaria, Cameron pretende endurecer el acceso de los extranjeros recién llegados a los subsidios vinculados a la búsqueda de empleo y la vivienda para prevenir posibles abusos.
La campaña de las camionetas se desarrolló la semana pasada en Londres. Dos vehículos con grandes paneles circularon por cinco barrios de la capital con fuertes tasas de inmigración. En los anuncios, que se utilizaron de forma experimental, el Gobierno instaba a los 'sin papeles' a abandonar el país. '¿Ilegalmente en Reino Unido? Vete a casa o enfréntate a un arresto', indicaban junto a un número para enviar mensajes de texto. A través de este sistema, los interesados podían contactar con el Ejecutivo para recibir información sobre cómo regresar a sus lugares de origen sin ningún problema con la Policía. La iniciativa incluyó el reparto de panfletos.
Aunque no han llegado a trascender especulaciones sobre una posible ruptura, los crudos mensajes a los inmigrantes han provocado fuertes tensiones en la coalición de Gobierno integrada por conservadores y liberal demócratas. El líder de esta última formación y viceprimer ministro, Nick Clegg, censuró abiertamente la efectividad de la campaña. «No creo que dos camionetas circulando por Londres inspiren alguna confianza a los ciudadanos sobre el funcionamiento del sistema migratorio», remarcó.
«Desagradable y asquerosa»
Nigel Farage, líder del polémico UKIP, sorprendió al sumarse a las críticas contra la campaña. A su juicio, resulta «desagradable y asquerosa». Al igual que distintos analistas, Farage apuntó a posibles motivaciones políticas de Cameron para demostrar su firmeza contra la inmigración y evitar la fuga de votos hacia su formación, que también aboga por abandonar la UE. En las elecciones locales celebradas en mayo, el partido logró captar hasta el 23% de los sufragios. El impacto de los comicios se ha apagado progresivamente, pero se teme que en las generales de 2015 el UKIP pueda desempeñar un papel central.
Dentro de sus planes para frenar la inmigración el Gobierno también planea cobrar hasta 3.500 euros a los extranjeros de un ramillete de nacionalidades que soliciten la visa de turista. Esta restricción afectaría a los visitantes procedentes de India, Nigeria, Pakistán, Kenia, Sri Lanka y Bangladesh. El dinero quedaría como depósito y se devolvería al dejar el país. Los liberales ya han expresado su rechazo a la medida por el impacto económico que tendría. Se cree que la idea ahuyentaría a muchos ciudadanos de estos países con un alto poder adquisitivo que acuden de compras a Londres.