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Artur Mas descarta renunciar a la Generalitat por el 'caso Palau'
El presidente catalán elude responsabilidades y reta a la oposición a presentar una moción de censura
BARCELONA. Actualizado: GuardarLo que para la oposición ya es el 'caso Convergència', o 'caso 4%', para el presidente catalán no es más que un proceso judicial contra el expolio de una entidad cultural, el Palau de la música catalana, perpetrado por Fèlix Millet y su socio Jordi Montull, del que no se puede extraer ninguna derivada política que implique a su partido, Convergència Democrática de Catalunya (CDC).
Quince días después de que el juez pusiera fin a una instrucción que ha durado cuatro años y de que emitiese un auto, en el que acusa a la formación nacionalista de lucrarse con el Palau a través del cobro de comisiones por valor de 5,1 millones, Artur Mas compareció ayer en el Parlament catalán para repetir argumentos que viene defendiendo desde que estalló la causa, hace cuatro años: que cree al «100%» a quienes han sido los responsables de finanzas de su partido cuando le dicen que nunca ha habido financiación ilegal.
Mas intentó blindarse de cualquier sospecha en torno al «pacto criminal» que, según el fiscal, suscribieron entre 1999 y 2009 CDC, Millet y la constructora Ferrovial y ante lo que pueda sentenciar el juez en el futuro trató de eludir responsabilidades. Afirmó que, a pesar de que era secretario general de CDC durante la época que está bajo investigación judicial, los tesoreros tenían plenos poderes de decisión en la formación nacionalista. «Nunca intervine en las finanzas del partido», dijo Mas en el Parlament, donde dio explicaciones, aunque en un formato discreto, en una sala pequeña, menos solemne que el hemiciclo y limitando el tiempo de las fuerzas de la oposición. Mas señaló que los tesoreros Carles Torrent -fallecido en 2005- y Daniel Osàcar -su sustituto y que está imputado en el caso- podían incluso «vender todo el patrimonio» de CDC sin necesidad de consultarlo con la dirección política. Para lo que pueda pasar, Mas puso el cortafuegos en los anteriores responsables de finanzas, que son junto al exdiputado Jaume Camps los únicos responsables políticos imputados en la causa (en el caso hay un total de 17 personas implicadas).
Depurará responsabilidades
Por ello, Mas afirmó que si el juez demuestra que hubo financiación ilegal de CDC, depurará responsabilidades. Pero dejando claro que ningún miembro de la dirección de CDC ni del Gobierno autonómico está imputado y que en ningún caso piensa dimitir, a pesar de que la mayoría de las fuerzas del Parlament -ERC incluida- se lo pidieron como «compromiso solemne» si hay sentencia condenatoria.
Mas instó a los partidos de la oposición a que si creen que debe renunciar que le presenten una moción de censura. «Preséntela y gánenla, yo no me comprometeré a dimitir como presidente de la Generalitat», afirmó. A lo que sí está dispuesto es a devolver hasta el último céntimo de euro si el juez concluye en sentencia firme, como consideran el juez instructor y el fiscal, que CDC se lucró con dinero procedente de la constructora Ferrovial, quien habría pagado comisiones a través del Palau a la formación nacionalista a cambio de adjudicaciones de obra pública.