El segundo maquinista reconoce que sí pueden emplear el teléfono corporativo por motivos de servicio
El segundo maquinista testificó que el tramo es "complicado" y que el libro horario se mira "de forma continua"
SANTIAGO DE COMPOSTELAActualizado:El maquinista que condujo el Alvia accidentado el pasado miércoles entre Medina del Campo (Valladolid) y Orense testificó ante la Policía Judicial que donde descarriló el tren es "un tramo complicado" porque se debe reducir de 200 a 80 kilómetros por hora, una frenada que se debe realizar "unos tres o cuatro kilómetros antes del punto", según las velocidades que constan en un "libro horario" que "debe estar siempre en cabina" y que se debe ver "de forma continua".
Un informe policial sobre el accidente ferroviario en el que fallecieron 79 personas señala que el maquinista que dio el relevo a Francisco José G. A. "no notó que fuera a una velocidad excesiva" y, sobre las causas del descarrilamiento, testificó que no se explica "cómo pudo pasar". Asimismo, ha afirmado que el convoy no tenía "ninguna anomalía", salvo una relativa al aire acondicionado que se solucionó en Orense.
La declaración de este maquinista, que desde Orense prosiguió el viaje como pasajero en el tren, aclara que no reciben "ningún incentivo si cumplen el horario ni sanción si se retrasan" y que tienen prohibido hacer uso de ningún dispositivo que suponga distracción, aunque sí pueden emplear el teléfono corporativo por motivos de servicio y por tiempo imprescindible.
La declaración coincide con las recomendaciones de Renfe realizadas en julio de 2011 por parte de su Dirección de Seguridad en la Circulación sobre el uso del teléfono móvil en la conducción. En un documento interno, Renfe recomienda a sus maquinistas llevar el teléfono móvil en modo silencio y que, cuando sea necesario hacer uso de este dispositivo "debido a algún tipo de emergencia o por avería o disfuncionalidad del equipo de comunicaciones autorizado", deben asegurarse de que "no existe riesgo" y "limitar la comunicación a lo estrictamente necesario".
En estas recomendaciones, la compañía llama a "no hacer uso de los mensajes de texto, del correo electrónico o de funciones similares mientras se conduce". "Durante el viaje lleva el teléfono en modo silencio y a ser posible con un mensaje automático que le indique al llamante la situación. Incluso el uso con manos libres te puede llevar al error", advierte el documento de Renfe. Asimismo, el texto señala que "las detenciones largas pueden ser un buen momento para consultar mensajes y llamadas, siempre que se preste atención al reinicio de la marcha". "La atención, como mecanismo de capacidad, es limitada; no utilices este recurso en tareas que pueden esperar, descuidando la tarea que asegura tu tranquilidad", concluye el documento.
Disparidad de sensaciones
La declaración del segundo maquinista es una de las 11 testificales recabadas por la Policía Judicial en su atestado, en el cual también figuran testimonios de vecinos del lugar de Angrois que auxiliaron a Francisco José G. A. y lo ayudaron a salir de la cabeza motriz del convoy. Estos ciudadanos recuerdan haber escuchado al conductor del tren decir que venía con exceso de velocidad y que "pudiera ser que tenía que reducir a 80 kilómetros por hora", así como referirse a la curva con expresiones como: "... no se puede circular por esta vía a esa velocidad...".
Por su parte, el interventor del convoy siniestrado señala que el listado de pasajeros lo perdió en el accidente y que no tuvo sensación de velocidad, mientras que el vigilante de seguridad que prestaba servicio de vigilancia a bordo del tren declaró que "la velocidad era más elevada que en otras ocasiones". a sensación de un exceso de celeridad también fue ratificada por uno de los tres lesionados leves a los que se les tomó declaración y que refirió que "el vehículo llevaba una velocidad excesiva para ese tramo de circulación en que estaba tomando una curva pronunciada".
La Policía también recabó el testimonio del responsable del dispositivo policial por las fiestas del Apóstol quien, cuando trataba de tranquilizar al maquinista, conversó con él y le dijo hasta en tres ocasiones: "la he jodido" y que "circulaba a 190 kilómetros por hora". Otros funcionarios de la Policía Judicial que acompañaron a Francisco José G.A. al hospital también han afirmado que "...igualmente pudo haberse despistado, circulando a velocidad excesiva". Estos agentes son los que le pidieron su consentimiento para extraerle sangre para la prueba de alcoholemia, a lo que el conductor accede.
Peticiones
Aparte de las imágenes del accidente y de la estación de ferrocarriles de Ourense recabadas en Adif, el referido informe policial indica que se ha realizado una grabación del trayecto efectuado por el maquinista desde Ourense hasta Santiago, que ha sido incorporada al atestado policial. También refleja que se ha requerido al Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago de Compostela para que solicite el tráfico de llamadas de todos los móviles de Francisco José G. A., tanto el corporativo como el particular, y que se solicite toda la documentación relativa a él, desde su expediente personal con bajas, accidentes, pruebas realizadas sobre sus condiciones psicofísicas, hasta su expediente sobre la asignación de gráficos para la conducción de vehículos y vías y el tiempo que lleva realizando el recorrido Madrid-Ferrol.
La Policía también requiere su expediente completo de los cursos de capacitación y actualización que ha realizado, así como información del momento en que comenzó su jornada laboral y tiempo efectivo que estuvo conduciendo el día 24 de julio. Asimismo, solicita copias de cajas negras del último año que sean coincidentes con el recorrido y el resultado de los controles aleatorios realizados por la operadora en los últimos cinco años. Tanto a Renfe como a Adif se le requiere diversa información técnica.