Imputados un monitor y el director del colegio de Valencia donde murió un niño en la piscina
El juez que instruye el caso les acusa de un delito de homicidio imprudente tras ahogarse el menor el primer día de la escuela de verano
VALENCIAActualizado:Un juez de Paterna ha imputado por un delito de homicidio imprudente a un monitor, una profesora y al director del colegio de Godella donde se ahogó un niño de cuatro años en una piscina durante el primer día de la escuela de verano. Los tres educadores tendrán que prestar declaración en el juzgado tras los indicios que apuntan la comisión de varias negligencias que desencadenaron la muerte del pequeño.
Los padres del menor presentaron una denuncia ante la Guardia Civil de Moncada, aunque un equipo de Policía Judicial de este cuartel ya había iniciado una investigación para depurar las responsabilidades de cada uno de los implicados. Los hechos ocurrieron el pasado 1 de julio en la piscina del colegio privado English School Los Olivos en la urbanización de Campolivar. La emergencia se produjo sobre las 12.30 horas del primer día de la escuela de verano. La dirección del centro educativo aseguró que la piscina estaba vigilada por dos monitores cuando el menor se ahogó. Estos jóvenes y un profesor avisaron a los servicios de emergencia, atendieron al niño y le practicaron los primeros auxilios.
El monitor imputado, un joven de 23 años cuya identidad no ha trascendido, cogió en brazos al pequeño y lo llevó a la puerta del colegio. Minutos después de la llamada recibida en el teléfono de emergencias 112, dos policías locales de Godella llegaron al English School Los Olivos y realizaron al niño maniobras de reanimación cardiopulmonar, que continuaron los sanitarios del SAMU. La vida del menor pendía de un hilo debido al tiempo que llevaba inconsciente en el agua. El médico calculó que la víctima permaneció sin oxígeno más de cuatro minutos, mientras que los monitores manifestaron que se distrajeron por una conversación que mantuvieron durante un minuto aproximadamente.
El SAMU sólo tardó 6 minutos y 45 segundos en llegar al colegio tras ser movilizado por el Centro de Coordinación de Emergencias. Una respuesta muy rápida que no pudo evitar la muerte del pequeño. La ambulancia trasladó al niño al Hospital La Fe, pero no pudo superar las lesiones causadas por el prolongado tiempo que permaneció sin oxígeno.
Tras reconocer el monitor que había apartado la atención presuntamente sobre los escolares en la piscina durante un tiempo muy corto, el joven fue el primer imputado en la causa abierta por el juzgado de Paterna por un delito de homicidio imprudente. Según ha podido saber LAS PROVINCIAS, el chico tenía a su cargo la vigilancia de 14 niños. Gozaba de la confianza del director del colegio porque es hijo de un profesor, que también se encontraba en la escuela de verano cuando ocurrieron los trágicos hechos.
Cuando el monitor pidió ayuda tras descubrir al menor inconsciente en la pequeña piscina, el padre del joven se afanó en intentar salvar la vida del niño. Sus esfuerzos sumados a los de los policías locales y sanitarios del SAMU fueron inútiles. El director del colegio y la profesora fueron imputados posteriormente cuando avanzaron las investigaciones de la Guardia Civil de Moncada.
Fuentes jurídicas manifestaron que el delito presuntamente cometido por el gerente del centro escolar de Godella estaría relacionado con una supuestas irregularidades detectadas en la documentación y permisos de la piscina, que tiene una profundidad de 1,20 metros. El director del colegio eludió ayer pronunciarse sobre su imputación, una situación jurídica que le ofrece las garantías de ser asistido por un abogado durante su próxima declaración ante el juez. Además, no tiene la obligación de decir la verdad y puede acogerse a su derecho de no declarar en su contra, algo que no le permitirían si el juez le hubiese citado en calidad de testigo.
El colegio privado English School Los Olivos tiene más de 400 alumnos y pertenece a la Asociación Nacional de Colegios Británicos de España. La muerte del menor dejó sumidos en una profunda tristeza a los profesores, padres y alumnos. Algunos recibieron asistencia psicológica para asimilar el duro golpe.