ESPAÑA

Velas encendidas y sirenas de bomberos por las 79 almas de los fallecidos

Cientos de vecinos y de peregrinos participaron en un acto en memoria de las víctimas desde fuera de la catedral compostelana

SANTIAGO. Actualizado: Guardar
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Después del accidente del Alvia en el barrio de Angrois la actividad de Santiago recobró mal que bien su pulso. Durante la semana, el ir y venir de peregrinos y turistas en las zonas más turísticas volvió a la normalidad. Hasta ayer a las siete de la tarde. Mientras en el interior de la catedral compostelana los Príncipes de Asturias presidían el funeral oficial por los 79 fallecidos en el siniestro del miércoles, miles de gallegos tributaron un homenaje personal a las víctimas. A las siete de la tarde, la hora en que comenzaba la ceremonia, numerosos vecinos y turistas encendieron velas en memoria de los muertos. La convocatoria corría a cargo de la Asociación de Hosteleros de Santiago, que secundaron decenas de comercios y vecinos por toda la ciudad.

En los aledaños de la plaza del Obradoiro se guardó un respetuoso silencio y las personas que no pudieron entrar en el templo siguieron la celebración en varias pantallas gigantes, una de ellas en la Plaza de La Quintana, al pie de un escenario presidido por un crespón. Varios grupos de peregrinos modificaron sus viajes para poder estar en la ciudad durante la despedida a las víctimas.

Treinta segundos de ruido

También a las siete de la tarde, los bomberos de los parques gallegos habían convocado un recuerdo a las víctimas que consistió en hacer sonar las sirenas de todos sus camiones durante treinta segundos, un estruendo que contrastó con el silencio que reinaba en el centro de la ciudad. Mientras tanto, el personal del cuartel de Santiago, que participó en el rescate de los heridos, guardó un minuto de silencio mientras portaba una bandera gallega adornada con un crespón.