Neymar se estrena ante con el Barça

El debut de Neymar se recordará por la situación rocambolesca en que se produjo. En la transición de Vilanova a Martino y con el latente dolor por la muerte del legendario culé Ramallets, el brasileño se personó en Gdansk diez días después del horario previsto para el Lechia-Barcelona (el encuentro fue aplazado por la reciente despedida de Tito).

Lo cierto es que el paulista pasó la mayor parte del tiempo observando a su nuevo equipo desde el banquillo el mariscal en el campo fue Messi. El argentino se mostró tan activo como el primer día y sumó ciertos grados de la chispa que se adquiere con los minutos. Mientras su nuevo entrenador analizó los movimientos de los azulgrana desde Barcelona su paisano rosarino impartió su mando en el césped. Se movió desde la mediapunta de esa posición que le creó Guardiola de falso ‘9’, repartió algún pase peligroso y desplegó alguno de los regates de esa zurda que le hace distinto.

Se atisbaron pocos cambios en el Barça, probablemente por las tareas por hacer de Martino. Roura presentó un 4-3-3 en Polonia, con los canteranos Montoya, Bartra y Sergi Gómez formando la defensa acompañados por Adriano. Fue la línea más endeble de los culés porque se mostraron dubitativos a la hora de sacar el balón, se vieron desbordados por unos adversarios que ya habían probado las competiciones oficiales y sus errores provocaron los momentos más peligrosos para su portería. En las jugadas a balón parado los polacos encontraron huecos con cierta facilidad (Bieniuk anotó en un córner) y las ayudas defensivas resultaron infructuosas a pesar de la teórica ayuda de Song desde el centro del campo. Por su parte, en las operaciones de ataque las mejores jugadas pivotaron sobre el talento de Messi puesto que el participativo Alexis no acertó con sus acciones en el área hasta que cedió un gol al argentino en la segunda parte y Tello se retiró lesionado a los veinte minutos de partido. En cambio, en la media el más inspirado fue Sergi Roberto. Con buen criterio en sus movimientos en el campo, surtió los mejores servicios a los atacantes y resolvió él mismo una llegada desde la banda derecha del apagado Montoya.

A media hora para el final el partido se rompió en dos porque el Barça así lo quiso. El equipo azulgrana efectuó siete cambios que inundaron el campo polaco de canteranos y la tensión se apagó. No hubo más historia que la entrada de Neymar en el minuto 79 para sustituir a Alexis Sánchez. O hubo foto de relevo con Messi porque el argentino se marchó al banquillo minutos antes.

El brasileño, con solo un entrenamiento de azulgrana, vivió en Polonia pocos momentos para guardarse como recuerdo. En un duelo en plena decadencia y con pocas llegadas de la pelota a la banda izquierda en que se ubicó, el paulista se empleó a fondo por dejar alguna de sus señas de identidad. Lanzó desmarques, se desvivió por bajar a recibir al centro del campo, enseñó su arte para el regate con ambas piernas, percibió la dureza de los defensores polacos y apuntó que el pase al primer toque no está entre sus prioridades. Aunque el extremo se empleó casi tan a fondo con sus marcadores se despidió con sus quince minutos de debut lejos de la portería y con algún golpe que entorpecería el sueño de la previsible ilusionante noche en que debutó con el Barcelona.

Neymar tendrá más oportunidades. La pretemporada del Barça continuará con sesiones dobles de entrenamiento y la plena incorporación de los futbolistas que participaron en la Copa Confederaciones a principios del verano. El viernes será el turno para la presentación en el Camp Nou en el trofeo Joan Gamper con el debut de Tata Martino. Un día después el equipo azulgrana viajará hasta Oriente Próximo para enserie de ‘clinics’ en Tierra Santa que serviran de trampolín para la posterior gira asiática con los partidos contra la selección de Tailandia y una selección de jugadores malasios.