Michelle Bachelet. / Ap
UNA dura batalla

Mujer contra mujer por la presidencia de Chile

La exmandantaria Michelle Bachelet se enfrenta el 17 de noviembre a la candidata de la derecha, Evelyn Matthei

MADRID Actualizado: Guardar
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Chile celebrará elecciones presidenciales el próximo 17 de noviembre con un duelo de alto voltaje político y mediático. Por primera vez dos mujeres se enfrentarán por la máxima magistratura de la nación: la socialista y expresidenta Michelle Bachelet y la más que probable candidata de la derecha, Evelyn Matthei. Ambas son de la misma generación –Bachelet, 61 años y Matthei, 60– y tienen biografías paralelas con curiosos puntos comunes, aunque a veces de signo opuesto.

Las dos son hijas de generales de la Fuerza Aérea, se conocieron de niñas cuando sus padres coincidieron en la misma base militar y fueron a la misma escuela. El golpe de estado de Pinochet en 1973 provocó la marca de ruptura. El general Alberto Bachelet fue encarcelado por su fidelidad al Gobierno de Salvador Allende y murió a causa de las torturas infligidas por sus compañeros de armas. De forma opuesta, el general Fernando Matthei estuvo a cargo de la Academia de Guerra de la Fuerza Aérea, reconvertida en centro de detención y tortura, por la que pasó Bachelet, y con posterioridad figuró en la Junta Militar pinochetista.

Hace unas semanas, en el marco de la investigación judicial abierta por el asesinato del padre de la expresidenta, el general Matthei rechazó que ejerciera el mando efectivo en la Academia Militar y que estaba fuera del país cuando se produjeron las torturas. Pese a que son varios los testigos que aseguran que se encontraba en el centro de detención, la versión del militar pinochetista ha sido refrendada por la propia viuda de Bachelet, Ángela Jeria: “Siempre el general Matthei ha sido amigo nuestro, lo estimo mucho y yo tengo la certeza de que él no estuvo en la Academia de Guerra en el tiempo en que mi marido estuvo ahí”. Tanto Ángela Jeria como su hija Michelle Bachelet fueron detenidas en 1975 por los militares e internadas en uno de los centros de exterminio, aunque poco después se les permitió exiliarse.

De nuevo unidas por el destino, Michelle Bachelet y Evelyn Matthei se disputarán la presidencia de Chile en un momento de bonanza económica, aunque en medio de una fuerte ebullición de demandas y protestas sociales. Aunque falten algo más de cuatro meses para la cita con las urnas, Bachelet se perfila como clara favorita y todas las previsiones la presentan como la nueva presidenta de Chile. La exmandataria aparece respalda de forma rotunda por la izquierda, desde los sectores más radicales hasta los más moderados, incluido el Partido Comunista. Matthei, por el contrario, asume la cuarta candidatura de la derecha, después de que los tres aspirantes anteriores se quedasen por el camino por variopintas razones: Laurence Golborne fue desautorizado por su partido, entre otras cuestiones, por tener inversiones en paraísos fiscales, Pablo Longueira desistió por sufrir una fuerte depresión y Andrés Allamand decidió retirarse a favor de Matthei ante el grave riesgo de no presentar una candidatura única.

Michelle Bachelet cuenta además a su favor con una baza difícil de contrarrestar: su popularidad está muy por encima del aprecio que puedan tener los partidos, su liderazgo parece estar por encima de las fuerzas políticas que representa. La expresidenta ha lanzado un ambicioso mensaje de ruptura y de cambio frente a los grandes desafíos que tiene planteados Chile. Entre los proyectos de su llamada Nueva Mayoría política y social figura una nueva Constitución, o al menos una profunda reforma de la actual, un sistema de educación pública gratuita, medidas sobre el aborto y el matrimonio gay. Su declarado objetivo es un país más justo, inclusivo e igualitario que se beneficie de la buena situación económica. Un reto histórico de grandes expectativas y esperanzas, pero también con alto riesgo de suscitar la frustración y la contestación social como está sucediendo en Brasil.