El desconcierto del PP andaluz
Dirigentes del partido admiten la urgencia de señalar al futuro dirigente ante la llegada a la Presidencia de la Junta de Susana Díaz El nombre del candidato, pendiente de la bendición de Mariano Rajoy
SEVILLA.Actualizado:En el dominó de la política andaluza ahora le toca mover ficha al Partido Popular. El último regate de José Antonio Griñán anunciando esta semana su dimisión y su sustitución por Susana Díaz en la presidencia de la Junta, vuelca todas las miradas hacia el partido que dirige Juan Ignacio Zoido. El PP tiene pendiente de elegir o confirmar al candidato a la Presidencia de la Junta. Este paso no tendría importancia si Zoido no hubiera dicho desde que aceptó presidir el partido en julio del pasado año que su prioridad es la Alcaldía de Sevilla y no concurrir como candidato en las autonómicas. Tampoco si se pudiera asegurar que la futura presidenta andaluza no convocará elecciones anticipadas cuando crea que hay un momento favorable para su partido, el PSOE. Es decir, en cualquier momento a partir de septiembre.
Díaz ha confirmado la estabilidad del pacto con Izquierda Unida para su investidura y afirma que el acuerdo implica agotar la legislatura. Nadie, ni siquiera en el PSOE, cree que pueda garantizarse tal cosa dada la inestabilidad general de la política bajo la garra de la crisis. Incluso en el PP se admite la probabilidad de que Susana Díaz haga coincidir las andaluzas con las europeas en junio del próximo año. Todo son conjeturas, pero hay algo cierto: Mientras PSOE e Izquierda Unida tendrán a partir de septiembre a sus nuevos líderes barriendo la geografía andaluza dándose a conocer, el PP andaluz seguirá a la espera de un candidato hasta el otoño, cuando dicen en el partido que habrá fumata blanca.
La razón para retrasar el nombre no es por falta de estos. Hay varios sobre la mesa ya conocidos: José Luis Sanz, Juan Manuel Moreno, José Antonio Nieto, Carmen Crespo, Fátima Báñez, Miguel Arias Cañete, Carlos Rojas... La explicación es más sencilla. En la estructura piramidal del PP el visto bueno debe darlo Rajoy. El líder del PP debe sentarse con Dolores de Cospedal, Juan Ignacio Zoido y escuchar a Javier Arenas para entre todos decidir el cabeza de cartel del PP para las próximas elecciones y posible líder.
Según aseguró el secretario general del PP-A, José Luis Sanz, el pasado viernes «Rajoy ya tiene en la cabeza el candidato». Sin embargo, en el partido en Madrid asombra esta afirmación. «Rajoy y Cospedal están ahora con la cabeza en el caso Bárcenas, no se habla del candidato andaluz», afirman desde el PP. La prioridad en Génova es la comparecencia de Rajoy del próximo día 1 de agosto, después ya se verá, agregan.
La frase de Sanz sorprende tanto a los dirigentes de Génova como la declaración de Juan Ignacio Zoido pidiendo elecciones anticipadas a Griñán cuando el PP no tiene candidato y el mismo Zoido no quiere serlo. Zoido argumenta que Susana Díaz no fue cabeza de cartel en las autonómicas y que hay inestabilidad política pese al pacto PSOE-IU. Un argumento endeble habida cuenta que la dirección respaldó lo mismo en Madrid cuando Esperanza Aguirre dejó la presidencia a Ignacio González.
Llamada de atención
Tales declaraciones reflejan el desconcierto en el PP andaluz y pueden interpretarse como una llamada de atención a Madrid sobre la urgencia de señalar al candidato. La sucesión de Griñán antes de lo previsto ha puesto nerviosos a los populares andaluces, hasta el punto que varios dirigentes provinciales apremian a la dirección regional a tomar una decisión. Entienden que con Susana Díaz y un nuevo Gobierno, el PSOE recupera iniciativa política y el caso de los ERE ya no será arma suficiente para desgastar a este, como hizo ver el propio Griñán.
El calendario previsto desde enero -como publicó este periódico en diciembre de 2012- era que se eligiera este verano al candidato y este conviviera con Zoido como presidente del partido hasta las elecciones municipales de 2015. En el partido se pretendía que el nuevo dirigente se fogueara en las europeas de 2014. El caso Bárcenas, sin embargo, ralentizó la operación por las razones antes aludidas y se pospuso a otoño la nominación.
El PP ya contaba con que Griñán no iba a ser candidato de nuevo en las autonómicas. En realidad, el PP siempre ha trabajado con la estrategia de que el presidente andaluz se vería obligado a dimitir por el caso de los ERE. Con lo que no contaba el partido conservador es que Griñán fuera a adelantar a este mes de julio su renuncia y relevo por Susana Díaz, en una operación de éxito para el PSOE. Esto les ha descolocado bastante, admiten algunos.
Otro obstáculo son las reticencias sobre los candidatos. Los que gustan a Madrid no gustan en Andalucía y viceversa. « ¿A quién elegirán?, al que sea más cómodo para los que mandan en el partido, no el que pueda ganar más votos», subraya una diputada escéptica.