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El batería ha compartido buena parte de su carrera con Chano Domínguez. :: L. V.
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«Sin cultura seremos unos esclavos de mala calidad»

El músico imparte hoy una master class y actúa mañana con su Cuarteto Sur en el marco del Festival 'JazzCádiz' Guillermo McGill Percusionista y compositor

ROCÍO VÁZQUEZ
CÁDIZ.Actualizado:

El batería uruguayo Guillermo McGill tiene presencia doble en el Festival 'JazzCádiz'. Hoy ofrece una master class sobre flamenco jazz en el Baluarte de la Candelaria y mañana, en el mismo escenario, cierra esta edición con su Cuarteto Sur.

-Cuarteto Sur presenta un repertorio basado en una grabación del guitarrista flamenco Ramón Montoya y el saxofonista Fernando Vilches fechada en 1925. Parece que la unión entre el jazz y el flamenco viene de mucho antes de lo que pensábamos...

-Es una cuestión de intercomunicación entre personas. Es ridículo ponerle fronteras a estas cosas porque por muy conservador que uno sea, no puede evitar que antes que él naciera se juntaran dos músicos y compartieran un rato. La música ha crecido, cambiado y evolucionado siempre por esa causa.

-¿Le ha resultado complicado adaptar esas composiciones a la música moderna?

-No es complicado. Sólo hay que tener cuidado, no planear hacer cosas demasiado personales, sino más bien se trata de hacerlo con humildad y manteniendo cierta estética. Por mi parte, como arreglista tengo que tener en cuenta con quién voy a tocar y hacerle la vida más fácil. Lo que no hay que hacer es complicarse la vida artificialmente por querer hacer cosas interesantes entre comillas.

-Un jazzman, ¿prefiere el ensayo o la improvisación?

-El ensayo sirve para mejorar la comunicación y la improvisación. En mi caso llegamos a mejor puerto mejorando la comunicación y eso se supera pasando muchas horas juntos, tocando.

-Chano Domínguez ha sido fundamental en su trayectoria..

-Junto con Javier Colina, nos unimos buenos músicos de jazz y flamenco y en ese punto logramos crear o desarrollar un poco más un lenguaje que ya habían iniciado unos años antes Paco de Lucía, y sus derivados, Jorge Pardo, Carlos Benavent y también la gente de Cádiz como Tito Alcedo y Nono García, y Antonio Mesa de Huelva. Para mí han sido los músicos más fundamentales.

-¿Cómo ve el estado de la cultura en España?

-Si nos remitimos a la política gubernamental hay una clara agresión a la cultura porque está llevada por gente que está orgullosa de no tener cultura. Pero hay otras personas que se encargan de que eso no ocurra así. Hace unos días estuve tocando en Talavera de la Reina, una ciudad de 90.000 habitantes, y había 1.500 personas escuchando a mi grupo. Otro buen ejemplo es el Festival de Cádiz, llevado por una asociación cultural que se busca la vida para hacer un programa de calidad sin necesidad de mucho dinero.

-Pero, ¿y los festivales que tienen tanto nombre?

-Los festivales grandes son nuestra burbuja. Ha habido mucha gente subvencionada y que después pierde ese dinero y ya no sabe qué hacer. La subvención tiene que tener un fin, debe de ayudar a subsanar una situación no normalizada, pero tiene que tener un plazo y una vez pasado tiene que cambiar de política. Se tiene que trabajar y estudiar para ganarte a un público.

-Usted rechazó participar en el de Madrid por la mala organización...

-Rechazé el de Madrid y a Cádiz voy sin saber cuánto me van a pagar porque me parecen personas coherentes que hacen todo lo que pueden para que salgan las cosas bien. Siempre me he sentido muy respetado aquí.

-Defiende que la clave para solucionar estos problemas es hacer entender a la gente que la cultura es necesaria.

-La clave es que los que están en el Gobierno recaudan dinero para los grandes banqueros porque les han pagado las elecciones. Con ello no podemos contar. Pero la gente normal tenemos que tener claro que no podemos aspirar a un Ferrari, pero sí podemos aspirar a tener cultura, que si nos la quitan, seremos unos esclavos de mala calidad.

-¿Qué opinión le merece la situación de la SGAE?

-He estado bastante cercano a eso. He analizado la situación y estoy convencido de que ahí dentro hace mucho tiempo que hay gente que no son músicos. No son conscientes del todo de su labor, habrá que reducir su poder. O se espabilan o... El Gobierno está loco porque desaparezca porque, donde hay dinero, hay codicia.